1

4.2K 402 52
                                        

Goku venía cargando varios bolsos cuando apareció en el templo de Kamisama.

Dende corrió hasta él junto con Mr. Popo, y les llamó la atención la pequeña niña de cabello rojizo que traía Vegeta.

-Señor Goku, señor Vegeta... ¿y esa niña?

Goku se rascó la cabeza mientras reía.

-Es una historia difícil de creer.

Ambos miraron a Goku y luego de nuevo a la niña.

-¿Entonces...?

-Solo necesitamos usar la habitación del tiempo, no hace falta explicar más.- dijo seco Vegeta, sin mirarlos mucho.

-Eh... Pero con la niñas no entrarán- dijo mr. Popo.

-Mmm... Bueno, tendremos que contarles.

~°~

Dende tenía sus mejillas algo coloreadas.

No es que hubiera olvidado el detalle de ambos guerreros teniendo relaciones en su templo (porque él era Kamisama y lo sabía todo en la Tierra, incluso lo que pasaba dentro de los cuartos), pero intentaba comprender que la niña era literalmente hija de ambos y que al parecer estaban juntos.

-Entiendo...- dijo finalmente, cuando Goku terminó de contar todo lo que había pasado después de haber concebido y tenido a la niña.

Mr. Popo jugaba con ella, como si fuera muy natural en él jugar con bebés.

-Entonces entiendes la razón por la que queremos entrar con ella a la habitación del tiempo.

-Sí- miró a la niña una vez más- Creo que tratándose de una... Em... ¿están seguros de que es una diosa?

-Bueno- los tres miraron a la niña- tiene un poder impresionante...

-Y su cabello y sus ojos tienen el mismo color que cuando llegamos a la fase Dios.- completó Vegeta.

-Podría faltarle algo más para ser completamentes una diosa- habló mr. Popo.- Para que el anterior Kamisamas fuera Dios de la Tierra se separó de su parte maligna.

-Oooh... Ya lo recuerdo.- dijo Goku- ¡También Topo! Él tuvo que tomar una decisión para convertirse en un Dios de la destrucción.

-Entonces la niña no es una diosa, pero es muy posible que lo sea luego de alguna prueba, entrenamiento o decisión- concluyó Dende con una sonrisa.

-Vaya... Eso sí que me tranquiliza- habló Goku yendo hasta la niña, y haciéndole una cara, con lo que la pequeña sonrió.

-¿Cuál es su nombre?- quiso saber Dende.

-Es Veku. -dijo Vegeta mirando a Goku y a la pequeña.

-Es un lindo nombre. Supongo que tratándose de una niña saiyajin puede entrar a la habitación del tiempo y soportarlo. Aunque sería la primera vez que entran tres personas a vez- Mr. Popo lo miró y asintió. Dende soltó un suspiro- Si notan que la niña no está bien allí...

-Es obvio, la sacaremos de inmediato- terminó Vegeta.

-Sí.

Goku volvió a recoger los bolsos y Vegeta a la niña, y entraron a la habitación.

El ambiente pesado y caliente, rodeado del blanco en todo lo que daba al horizonte, les dio de lleno.

Ya que a ellos les pareció muy normal el cambio, observaron la reacción de la niña.

Ella entrecerró los ojos, probablemente por la blancura del lugar, que picaba en los ojos, pero nada más.

Goku se encargó de descargar los bolsos, básicamente con cosas que la niña iba a necesitar, desde su leche, hasta ropa y calzados de una niña más madura, ya que esperaban que creciera unos años mientras estuvieran allí. Incluso tenían un sonajero, juguetes, un chupete y otras mamaderas, remedios, libros y hasta unos juegos de mesa que Whiss les había recomendado llevar, pero que Goku sintió innecesario e inentendibles.

Vegeta, porque tuvo la suerte de haber vivido los primeros meses con su pequeña Bra y aprendió, preparaba algo de leche para cuando la niña tuviera hambre.

La pequeña tomó su leche y se durmió, lo que hizo que Vegeta la dejara en una cama, rodeada de almohadones que simularan una defensa, y fue a sentarse en las escalinatas que marcaban el principio de la nada blanca.

Goku fue a sentarse a su lado, y sólo cuando había pasado un tiempo, decidió hablar.

-Es extraño que estando aquí no hayamos venido a entrenar, ¿no crees?- Vegeta respondió con un sonido- Oye, Vegeta... ¿sigues molesto conmigo?

-¿Mm? ¿De qué hablas?

-Bueno... -Goku lo miró- has estado muy callado...

-¿Y eso? Sabes que así soy siempre.

-No, Vegeta... Te conozco, y has estado más callado que de costumbre. -Vegeta bajó la mirada hacia el piso y Goku suspiró- Hace unos días entregué a nuestra hija a ese doctor, y la tuvimos perdida por un tiempo...- Goku recordó las palabras de Vermut.- Y no hemos hablado sobre esto. Quería saber si... -Goku dudó.

-Habla de una vez.

-Si dejaste de confiar en mí.

Vegeta desvió la mirada.

-No voy a negar que estaba molesto en ese momento. En verdad quería matarte mientras esperaba que aparecieras. Pero cuando fueron pasando los días me dediqué a esperarte. Y luego me di cuenta...

-¿De qué?

La pequeña soltó un sollozo y Vegeta se giró.

-Está despertando. -Se puso de pie, pero Goku sujetó su mano.

-No te olvides... De lo que te dije ese día.

Vegeta se ruborizó, se soltó de él y fue a ver a Veku.

¿Cómo se le ocurría a Kakaroto que podía olvidar su declaración?

Lo miró allí sentado, mirando a la nada y suspiró.

Jamás. Realmente jamás iba a olvidarlo.

Embaracé a Vegeta 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora