08:00 de la mañana
*Suena el despertador*
Nami coge el móvil para apagar su alarma. Ya está oyendo a su madre, que le dice que se de prisa. Cansada de todo, se levanta desganada de su cama y se acerca a su espejo. Se toca su pelo anaranjado, lo único que heredó de su padre difunto.
-Toca afrontar otro día de mierda...- se dice así misma antes de abrir el armario.
Coge un pantalón negro gastado y una camiseta negra con letras blancas. Sin duda, es su favorita. Cierra el armario con fuerza y comienza a desvestirse. Se fija en su figura "gorda", como le suele decir su madre. Se pone la ropa y se dirige hacia la puerta. Descuelga una chaqueta vaquera azul muy rota y se la pone. Sale de la habitación y baja las escaleras.
-¿Quieres darte prisa? ¡Ocupas todo el pasillo niñata!- le fulmina con una mirada de odio a su hermanastro- Eh, tranquila que no te he hecho nada.
-Cállate Levi- se limita a decirle.
-¡Quieres dejar a tu hermano en paz, Nami!- le grita su madre desde la cocina.
-¿Cómo que le deje en paz? ¡Si es él quien molesta! ¡Y que te quede claro que no es mi hermano!- Levi se burla sacándole la lengua. Ninguno diría que él es mayor que ella.
-Ay, chica. Últimamente saltas por todo...- ya está harta de esos comentarios de su madre.
Mira la hora: 8:20. Se pone unos Mustang negros, cuelga su mochila por su hombro y prosigue a abrir la puerta. Su madre le está diciendo que tiene que desayunar, pero no tiene ganas, como siempre. Está a siete minutos del instituto, asi que llegará a tiempo. Está lloviendo y se maldice por no coger paraguas. Se apresura por llegar, y en la puerta del instituto nota que pierde el control de su cuerpo y cae al suelo. La baja temperatura del suelo se apodera de su mejilla. Levanta la mirada y se encuentra con la desagradable cara de Lucía, su mayor molestia. Atrás puede ver las caras burlonas de Bruce, Zoe y Oriana, que son como los perros falderos de Lucía.
-Mirad, una zanahoria haciendo la croqueta- dice Lucía, acompañada de las Risitas de los demás.
-Mirad, "Lucrecia" poniendo la zancadilla a una compañera- es Damian quien sale a la defensa de Nami- Patética... Aprende a hacer algo que no sea molestar a los demás- le suelta en la cara- Vamos Nami- le tiende la mano pero ella la rechaza.
-Puedo yo sola, no estoy tan mal como para no poder ni levantarme- dice Nami distante.
-¿Has escuchado, Damian? Olvídate de intentar ayudar a tu queridísima ex-novia... Y luego la patética soy yo- dice Lucía riéndose.
-Madre mía, qué par de cómicos...-dice Bruce dando un saltito. Damian responde a esa burla con un puñetazo, y mucha gente se para a ver lo que pasa.
Nami se levanta y se apresura de alejarse de esa muchedumbre. "Es Damian" se repite en voz baja mientras se dirige a la 40A. Es su ex-novio, y está más que segura de que no quiere abrir la cicatriz más profunda que tiene. Por su culpa la molestan Lucía y compañia y, por su culpa, perdió la cara de vergüenza al tener que hablar con la directora. Llega a su clase y se encuentra al hermano mayor de Lucía, Jon, que le propina una patada en el costado izquierdo. Lo único que llega a escuchar antes de desmayarse es una amenaza de la cual ni le da importancia.
//-Damian esto no está bien...- susurra Nami, mientras él le besa el cuello.
-Nadie se enterará, tranquila- le quita el sujetador y comienza a manosear sus pechos. Nami comienza a gemir.
Se encuentran en el baño de las chicas, en el recreo. Damian se agacha. Nami está sentada en la tapa del váter. le acaricia su parte íntima por encima de la tanga rosa que lleva. Gime con más fuerza. Él le baja la tanga y comienza a besar su bollo. Luego, los besos pasan a lametazos. Su novia está al borde de placer.
-Ahh... Damian... Me voy a venir...- Damian le pone el dedo índice en sus labios.
-Todavía no ha llegado lo mejor.
Su novio se baja los pantalones y se quita los calzoncillos. Nami observa su erección. Los dos de besan apasionadamente mientras él le mete su miembro. Se ponen cómodos y Damian coge velocidad. Están por venirse y Nami le dice que pare, porque no lleban ningún tipo de protección. Su novio no le hace caso y siguen haciendo el amor.
-¡Damian, que no llevas condón!
No le hace caso, siguen haciéndolo hasta que pierde velocidad. Ella nota cómo entra el semen en ella.
-Lo siento, no pude controlarme- se disculpa el joven, sonriendo satisfecho después de ese polvo.
Nami, consciente de lo que acaba de pasar, se levanta y se viste. Enfadada se dirige hacia la salida del instituto. Tiene detrás a Damian disculpándose y también a la directora, consciente de lo que han hecho en el baño. Han sido demasiado ruidosos...//
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Nami
Teen FictionNami es víctima de bullying en su instituto. Pasan suicidios, desamores, dolor... Reviven recuerdos en la cabeza de esta joven pelirroja. Se acuerda de cómo de mal lo pasaba, y como consecuencia, empieza otra vez a auto-lesionarse. La vida de Nami s...