No todos los que libraron batallas contigo son los soldados más fieles, recuerda que las traiciones más dolorosas vienen de cerca y son inesperadas.
¿Y qué pasa? Vas a ver a tu mejor soldado delante de ti con un cuchillo ensangrentado mientras tú sientes el dolor que recorre todo tu cuerpo doblegándote, arrodillado ante él, mirándole a la cara y sin ver ápice de arrepentimiento te das cuenta, ya te ha traicionado. ¿Lo peor? Tú te vas a quedar ahí tirado, solo, mientras el que fue el más fiel de tus soldados se aleja ignorando tu dolor y sabes que se va para no volver, mientras tú te quedas por tu cuenta, empieza el juego de nuevo.