Mujer A(r)mate

Capitulo 1

HOY

-Señorita, señorita por favor necesito que me cuente todo lo que paso.

El oficial, o mejor dicho creo que es un oficial, me está mirando de arriba abajo suplicándome con la mirada que le cuente todo lo que se y todo lo que paso. La realidad es que no tengo ni idea de que paso, no me acuerdo ni siquiera de cómo llegue aca.

Tengo el vago recuerdo que empezó a sonar la alarma, llame al 911 pidiendo auxilio y a los cinco minutos tenía cinco oficiales que me estaban agarrando para sacarme de nuestro departamento mientras una camilla salía por la puerta principal y se dirigía hacia la ambulancia que estaba estacionada en nuestra entrada.

Lo único que me acuerdo es las sirenas que se fueron alejando calle abajo. Todavía tengo las sirenas en mi cabeza taladrándome, estoy desesperada mirando en todas direcciones pero no puedo enfocar a nadie. Sigo tratando de recordar en qué momento el auto estaciono en la comisaria y cómo llegue a la sala de declaraciones. Lo único que logró escuchar es que el policía le pide a su compañera que me traiga un vaso de agua, no sé si lo hace por una cuestión de solidaridad debido al estado en el que me encuentro o porque necesita que me comporte como una persona adulta y le diga todo lo que se para que el pueda hacer su trabajo.

Sea la opción que sea necesito ese vaso de agua, porque una vez que empiece a contarles todo lo que se ya no va a quedar nada más adentro de mi, voy a estar totalmente vacía y le voy a entregar a estas personas la última pieza del rompecabezas. A partir de ahora todo queda en manos de ellos.

Cuando su compañera.... Ramírez, logró ver la insignia desde el rabillo del ojo, me entrega el vaso con agua me lo tomo de un tirón y puedo por fin salir de mis pensamientos y situarme en la sala a la que me llevaron.

Es toda blanca, solamente hay una mesa y frente a mi puedo ver al oficial sentado, tiene junto a su mano una grabadora y detrás de él puedo ver una ventana toda negra. Creo que se da cuenta que recobré el conocimiento porque enfoca sus ojos con los míos. Un segundo después toca la grabadora, supongo que encendiéndola y con eso me confirma que él ya está listo para que mi declaración comience.

Se terminaron los juegos, este es el momento donde tengo que decidir si quiero seguir viviendo como hasta ahora, una miserable o si por fin me la voy a jugar y voy a mandar todo a la mierda. Necesito tanto estar bien, ser libre, pero tengo tanto miedo. El siempre me amenazo con esto, este era el punto final, si yo contaba algo no había segundas oportunidades.

Si hablaba me mataba, pero ya estoy muerta. Hace tanto tiempo que estoy muerta que ya nada me importa, vivir no tiene sentido, me robo todo lo que tenia. Sentándome derecha y aclarándome la garganta le hago una seña con la cabeza confirmándole que le voy a contar todo lo que se.

-Estoy lista Señor, yo llegue a nuestro departamento a eso de las nueve de la noche.