III

2.3K 104 3
                                    

[27/02 12:25] Anaju: Pero que me narras Samantha Gilabert ya te puto vale tía.

[27/02 12:28] Sam: Ya vistes que no iba fina. Soy DÉBIL.

[27/02 12:29] Anaju: ¿Quedamos para comer y me lo cuentas todo?

[27/02 12:31] Sam: Por favor y gracias.

[27/02 12:33] Anaju: ¿En una hora donde siempre?

[27/02 12:33] Sam: Perfectísimo.

Anaju camina a paso pausado por las calles madrileñas. La castaña se plantea lo que le ha cambiado la vida en los últimos seis meses y que por fin hoy, su vida volverá a la normalidad. Es como si después de lo que pasó todo se hubiera parado, la gente se había congelado y había estado en un bucle durante seis meses. Nada hará cambiar lo que sucedió aquella noche de verano, pero ahora tocaba continuar.

La camarera la acompaña hasta la mesa y observa como las servilletas están colocadas a la perfección al igual que las copas que están perfectamente alineadas. La castaña golpea rítmicamente la mesa con sus dedos a la vez que deja que el sol le dé en la cara. Cuando ve a Samantha al fondo del local le sonríe y la saluda con la mano.

-He pillado la caravana de mi vida, te juro que pensaba que no llegaba. - Se queja la rubia a la vez que hace un ruido estridente con la silla, acto que provoca una mueca en Ana Julieta.

-Ventajas de ir andando a todos lados.

-A es clar- Le sale el deje valenciano que tanto le gusta a Anaju y le coge de las manos en señal de mimo.

-Cuéntame Samantha Gilabert. ¿Cómo coño se te ocurrió escribir a Flavio? Te está mareando como a él le da la gana. -Anaju utiliza el tono madre que siempre le sale cuando tiene que aconsejar a Sam.

-Lo sé, lo sé. ¿Sabes cuando estás tan enamorada que tienes a la otra persona idealizada? Pues eso me pasa con él, es mi debilidad y soy consciente de todos los defectos que tiene y que probablemente esto me lleve a darme la hostia de mi vida. Pero necesito vivirlo, necesito darme esa hostia. -Argumenta Samantha dándole el tono dramático que ella siempre añade a sus "discursos". Anaju juraría que le brillaban los ojos a la vez que iba hablando.

-Si tú lo dices, pa'lante. Estaré ahí tanto si tengo que ser madrina de una boda como si tengo que enterrar un cadáver. -Anaju apoya a su amiga y le quita hierro al asunto dándole un tono gracioso a la situación.

La camarera interrumpe la conversación de las amigas y trae los platos. Anaju le propina una sonrisa y le facilita el trabajo amontonando los dos platos del primero para que se le haga más fácil. La chica le agradece con una sonrisa el detalle y les entrega los segundos. Una vez que se ha marchado las chicas continúan la conversación.

-Me sé de una que por cuidar a su amiga borracha perdió la cartera anoche y ha tenido que lidiar con un gilipollas recién levantada. -Le recrimina la castaña a la rubia. Samantha articula una cara graciosa y comienza reírse.

-Lo que no te pase a ti, no le pasa a nadie. La vida no deja de ponerte en unas situaciones muy pintorescas últimamente. ¿No?

-Pues ya ves. -Finaliza la conversación y baja la cabeza hacia su plato, con un poco de vergüenza.

- ¿Hoy es el día verdad?-Sam sabe que hoy más que nunca la necesita, por eso aceptó ir a comer con ella a pesar de que quedó en pasar el día con Flavio.

-Sí y estoy contentísima. -Dice tímida Anaju, ansiaba la llegada de ese día desde hacía meses pero eso implicaba que no tuviera miedo y nerviosismo.

Luces de neón || AnahugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora