Assassin's Creed V

Cap 15: El último pezado

MARZO DE 1881:
LIMA-PERÚ

En ese lapso de tiempo Naruto solidificó la hermandad que había creado para la defensa de Lima, él sabía que Cáceres juntos a una legión de soldados había marchado hacia la Sierra para poner resistencia. El joven paraba pendiente de su esposa e hijo ya que tenía algo de preocupación porque habían tropas chilenas transitando y haciendo él labor de guardias y eso lo tenía muy extrañado. Después de varios asesinatos e interrogatorios el credo descubrió que el presidente del Perú, Lizardo Montero Flores, era un maestre Templario.

FUERTE REAL FELIPE:
*Naruto: Los puntos claves son aquí y aquí.
*Asesino: Logré que la mayoría de ciudadanos se unieran para este golpe de estado.
*Naruto: Perfecto. Mientras que la multitud haga su golpe nosotros nos camuflaremos y atacaremos al presidente.
*Asesina: Mentor las armas están listas.
*Naruto: Andando.
EN EL CENTRO:
*Hombre: ¡No podemos dejar que los chilenos estén aquí como si fuera su hogar!
*Mujer: ¡Nuestros antecesores pelearon por nuestra libertad y debemos defender ese legado!
*Ciudadanos: ¡GOLPE DE ESTADO!

Los soldados chilenos querían separar a la multitud pero fue imposible porque los peruanos eran más y estaban furiosos.
*Soldado (Ch): ¡Disparen!
EN OTRA ZONA:
*Hombre: ¡Lucharemos por nuestro país!

Así en casi toda Lima empezó el golpe de estado para destituir al presidente, los asesinos usaban esas peleas para camuflarse en la multitud mientras asesinaban a algunos soldados enemigos. Las horas pasaban y todos llegaron al palacio de gobierno que estaba bien protegido pero a los ciudadanos no les importó y se enfrentaron afuera.
*Naruto: Eliminen a los tiradores.
*Asesinos: ¡Si!-desapareciendo.

El rubio se abrió paso hasta lograr escabullirse y entrar al palacio.
ADENTRO:
*Lizardo: Esto es obra de Asesinos. ¡Refuercen la seguridad!
*Soldados: !Si señor!

Naruto se ocultaba entre las sombras y asesinaba enemigos para poder avanzar
hasta lograr entrar a la habitación.
*Naruto: Lizardo Montero Flores.-serio.
*Lizardo: Asesino.
*Naruto: Te puedo perdonar la vida si te largas del cargo.
*Lizardo: Eso nunca.-sacando un arma.

El rubio se escondió en una columna para evitar los disparos.
*Naruto: Lo haces difícil.
*Lizardo: Acabaré con tu orden.-sacando su sable.

El rubio sacó uno de sus sabes para poder correr y atacar con ferocidad, el presidente dio una estocada que el asesino bloqueó y activó su hoja así logrando apuñalarlo.
*Lizardo: Maldito.-escupiendo sangre.
*Naruto: Se acabó.-frío.
*Lizardo: Ya no...importa...sabes...siempre odié a Sasuke...el último pedazo.
*Naruto: Lo tenías todo el tiempo.
*Lizardo: Lo encontré hace una año...buscaba tu hogar pero no pasó pero Sasuke lo hizo.
*Naruto: Bueno ahora puedo ir a la Sierra.
*Lizardo: Jaja.-muriendo.
*Naruto: Descansa en paz.-caminando.

El rubio salió del palacio para ver a los soldados chilenos estaban muertos pero se fue por las sombras para ir a su hogar.
HORAS DESPUÉS:
*Naruto: Tengo el pedazo.
*Temari: ¿Partirás a la Sierra?
*Naruto: Mañana partiré.
*Temari: Déjame despedirme de la mejor manera.-besándolo.

El rubio siguió el beso que se volvió salvaje así ambos teniendo su noche de pasión desenfrenada.
AL DÍA SIGUIENTE:
*Asesino: Déjenos ir con usted mentor.
*Naruto: No, ustedes deben proteger esta ciudad.
*Asesino: Mentor pero...
*Naruto: Es una orden directa, protejan al inocente, recluten y hagan más grande el credo. Nada es verdad....
*Asesinos: ¡Todo está permitido!
*Naruto: Josué.
*Josué: ¿Si mentor?
*Naruto: Tengo una misión muy importante para ti.
*Josué: ¿Cual es?
*Naruto: Protege a Temari y a Boruto desde las sombras.
*Josué: Esa es una gran misión.
*Naruto: Te la encargo porque te tengo confianza y se que la cumplirás.
*Josué: Gracias por la confianza mentor.-yéndose.
*Naruto: Confió en ti.
*Temari: Buen viaje esposo mío.
*Naruto: Cuídate y cuida a Boruto.

El rubio cargó a su hijo para darle un beso en la frente para luego acercarse a su esposa y darle un tierno beso.
*Temari: No te mueras.
*Naruto: Eso no pasará.

Naruto subió a su caballo y al instante cabalgó con velocidad hacia la Sierra para apoyar a la resistencia.
                      FIN DEL CAPÍTULO