Mundos opuestos complementarios

Parte 5

Narrador.

—En que habitacion esta Carla Garcia?— dijo Samuel desesperado.

—Disculpe pero nadie figura con ese nombre.— dijo la enfermera.

—Joder! Carla Roson Calaruega.— dijo Samuel levantando la voz.

—Disculpe quien es usted?.— dijo la enfermera.

—Soy su esposo.— dijo Samuel furioso.

—Su esposa se encuentra en cirugia, un medico se acercará a hablar con ustedes en cuanto terminen.—

10 horas antes...

—Buen día.— dijo Samuel besando a Carla.

Carla lo miro y salio corriendo al baño a vomitar.

—Carla, Carla? Estas bien.— dijo Samuel tocando la puerta.

—Estoy bien.— dijo Carla tirandose en la cama.

—Hoy no iras a trabajas, ya deberias pedirte la licencia. Te sientes fatal.— dijo Samuel.

—Apenas me sienta mejor ire a la oficina a avisar que ya no ire mas hasta que nazca el bebe. Ahora tu deberias irte que llegaras tarde.— dijo Carla.— Ah y puedes buscar a los niños del colegio hoy?—

—Claro, tu quedate aqui descansando que yo me encargo de todo. Te amo mucho lo sabes no?— dijo Samuel besando a Carla en la frente.

—Lo se, yo también. Puedes cerrarme las cortinas y apagar todas las luces, me duele la cabeza.— dijo Carla.

Samuel asintio y cerro todo. Y se fue para el trabajo dejando a Carla sola en la casa.

Luego de unas horas, Carla desperto por un ruido que escucho que parecia provenir de la cocina, pero se sentia sin fuerzas como para ver que habia sido. La ama de llaves habra de ser pensó.

Narra Carla.

Estos dias me he estado sintiendo fatal, con los embarazos anteriores no me habia pasado que sea con tanta fuerza.

Despues de dormir un par de horas, desperte con un ruido que me llamo la atencion pero preferi ignorarlo y seguir durmiendo. Unos segundos despues alguien prende la luz de la habitacion.

—Pero que?.. — no podia ser lo que estaba viendo.

—Me extrañaste?— dijo Peter con una soga en una mano y cinta en la otra.

—Peter.. que haces aqui? Que es eso que tienes en las manos. — dije y me levante asustada.

—Vaya, el embarazo te sienta bien.— dijo Peter.— Dame tus manos.— dijo Peter.

—Para que? Que estas haciendo? Porfavor no me hagas nada, por mi bebe porfavor no.— dije desesperada.

—No intentes gritar porque tu ama de llaves esta bien dormidita. Ahora dame tus manos si no quieres que esto sea peor.— dijo Peter y no me quedo otra opcion que hacerle caso.

Comenzo a tocarme el pelo, a olerme.

—Como extrañe este olor, tu piel.. recuerdas cuando eras mia?— dijo Peter.

—Nunca fui tuya.— dije tratando de soltarme.

—Cállate.— dijo Peter lanzandome a la cama.

—Despacio, porfavor que lastimaras a mi bebe.— dije asustada.

—Sabes todo lo que perdi por culpa tuya? Mi familia me dio la espalda, mis amigos me dieron la espalda, tu me dejaste, mi carrera política se hundio y ni hablar de que casi me quedo en la ruina.— dijo Peter enojado.