Sin ganas y cansado me dispongo a salir de la cama. Se me hace dificil despertarme. Sabía que no tenía que haber ido a aquella fiesta. Como puedo, bajo las escaleras y me dirijo a la cocina. Como cada mañana me preparo un café y dos tostadas con mantequilla y mermelada. Mientras como con mi habitual lentitud mañanera algo capta mi atención al instante. En el jardín veo la tierra removida, como si alguien hubiera dejado que su perro enterrara y desenterrara cosas por todo el jardín. Dejo la tostada en el plato y la taza de café en la encimera. Cuando salgo descubro una caja enterrada en el jardín. Con curiosidad y temor al mismo tiempo desentierro la caja y la abro. Dentro descubro tres objetos curiosos y extraños a partes iguales. Una brújula que no señala ninguna dirección, un reloj que no señala la hora y una cajita de música que no suena son los objetos que contiene esta misteriosa caja. Dentro de mi cabeza resuena una única pregunta: ¿Quién guardaría estos objetos y por qué los enterraría en mi jardín?
Sin darle más importancia, cojo la caja con los objetos y la guardo en el desván. Cuando bajo las escaleras y vuelvo a la cocina encuentro al lado de mi desayuno un libro antiguo. No sé cómo ha podido llegar hasta aquí por qué no es mio. Lo cojo y lo abro lentamente y empiezo a leer. A medida que voy leyendo observo que es un recopilatorio de historias fantásticas de diferentes personas. Sigo leyendo intrigado y cuando acabo la última historia me doy cuenta de que todas tiene algo en común: los tres objetos que los personajes encuentran de diferentes formas. Cuando volteo la última página de la última historia observo que quedan muchas páginas en blanco. Cierro el libro y miro la hora. ¡Son más de las diez! Me visto deprisa y salgo corriendo de casa. El libro había hecho que consumiera mi tiempo y por poco llego tarde al trabajo.
Vuelvo a casa tarde y cansado. Este día ha sido agotador, y además he salido con Juan y Luis a cenar por el barrio. Subo las escaleras, me pongo el pijama y me meto en la cama. Sin mucho esfuerzo me duermo al instante. En medio de la noche me despierta una serie de ruidos que provienen del techo. Decido ignorarlos. Seguro que solo es mi imaginación. Al volver a cerrar los ojos, mi móvil empieza a sonar. Es Luis, me está llamando. Lo cojo y descuelgo. Luis habla demasiado ràpido y le pido que pare un segundo y se tranquilize. Pero no consigo que se calme, así que decide venir a mi casa ahora. Con desgana le digo que sí y cuelga. Cansado, bajo las escaleras y me dirijo al salón para esperar a Luis. De golpe empiezan a sonar los mismos ruidos de antes. Ya cansado de esos ruiditos subo al desván. Una vez arriba abro la caja y veo como el reloj ahora marca una cuenta atrás, la caja de música emite una melodía suave y lenta y la brújula señala en dirección a un espejo que no sabía que estaba allí. Tembloroso decido coger la brújula y voy lentamente hacia el espejo. Una vez allí observo una inscripción en lo alto del espejo que dice así: "Si a lo Desconocido quieres llegar los tres objetos mágicos debes reunir y entregar."
Con un mal presentimiento y curiosidad a la vez, cojo los otros dos objetos y los llevo frente al espejo. Pasan unos segundos y no pasa nada excepto en que los objetos dejan de funcionar, pero de pronto empiezan a levitar levemente. En un abrir y cerrar de ojos los objetos empiezan a flotar y desaparecen, fusionándose con el espejo. Sin saber porqué, decido acercar mi mano al vidrio del espejo. Mi mano atraviesa el espejo como si de agua se tratara, y sin más espera me meto dentro. Una vez atravesado el espejo encuentro un gran prado verde con un cielo azul claro donde unas pequeñas nubes de algodón flotan sin descanso. Sin previo aviso tanto el cielo como el prado empiezan a oscurecerse hasta tal punto en que no se puede distinguir ni el límite del cielo ni el del suelo. Una voz me habla pero habla en un idioma que no logro entender. De pronto una especie de pantalla aparece ante mi mostrandome todo mi salón desde la vista del libro. En ese instante, Luis entra en casa. Normalmente le habría recordado que tiene que devolver la llave de la casa que le di cuando vivía conmigo, pero como es lógico este no era el momento adecuado. Veo como me busca por todas partes y como no me encuentra me llama al móvil. Lógicamente no contesto, así que me deja un mensaje de voz diciéndome que donde estaba y me explicaba que lo encontraría en el hospital con Juan, al cual habían atropellado. Antes de irse se fija en el libro. Lo coje y sin saber el porqué lo empieza a leer, como si algo lo estuviera obligando. De pronto la pantalla cambia de ángulo y se puede leer lo que hay en el libro. Me quedo horrorizado al ver que en las páginas que antes estaban en blanco ahora alguien o algo ha escrito una historia nueva, la mía. Por alguna razón que desconozco, y puede que Luis también, se lleva el libro y se va de casa. La pantalla se apaga y yo me quedo solo en medio de una oscuridad total, aunque algo me dice que Luis no tardará en saber donde estoy e incluso que también se unirá a este destino desconocido en poco tiempo.
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Un cliclo misterioso
Short StoryNuestro protagonista se encuentra con tres objetos misteriosos que le llevará a averiguar un terrible ciclo del que nadie puede escapar.