Bienvenidos a la segunda parte de la querida historia de Oliver y Ryan, espero que les guste y cualquier sugerencia u opinión, háganmelo saber en los comentarios ^-^
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Estaba viviendo un deja vu, tanto es así, que recuerdos pasados se aparecieron momentaniamente por mi cabeza. Veía a dos chicos, en el juego de baile que tanto disfrutaba, y aún lo sigo haciendo, ambos bailando la canción de "Do like that", la coreografía que recordaba aún después de tantos años.
Nos veía a mí y a Ryan sudados, bailando esa canción cuando aún le odiaba, cuando aún no se había vuelto todo tan complicado como se pusieron las cosas, era curioso. Seguí caminando tras ese pequeño lapsus y me encaminé a mi resturante favorito, después de haber estado trabajando toda la mañana necesitaba un respiro, además, estaba hambriento.
Llegué al establecimiento donde comía como mínimo dos veces a la semana y saludé a la dueña, Kiara, quién ya me conocía por ser un cliente regular y, de hecho, nos habíamos vuelto buenos amigos.
- Ponme unas albóndigas con tomate y un vaso de agua Kiki - Dije dejando mi chaqueta en el respaldar de la silla.
Ella me trajo la comida con rapidez y se despidió con un rápido "Que aproveche" se veía bastante atareada, aún así, me sorprendía que pese a ir de aquí para allá todo el tiempo tuviera su coleta perfectamente y no algo desaliñada.
Comencé a degustar mis albóndigas, deliciosas como siempre y bebí agua para tragarlas. Me había sentado en mi mesa favorita, la que estaba delante de la televisión, así podía ver las noticias mientras comía y me entretenía un poco, mi vida era un poco aburrida después del trabajo.
- ...y esto es todo lo que sabemos hasta ahora de los estragos del huracán; mientras tanto otros triunfan, es el caso de "Swordsrain" el nuevo grupo que recientemente ha estado encabezando las listas de canciones con su nuevo tema "Haters" - Decía las mujer con un tono de interés, interés que yo no tenía, mis sentidos estaban concentrados en mis albóndigas.
Seguí comiendo hasta que escuché algo que me llamó la atención, giré mi vista hacia la televisión y no pude evitar comenzar a toser.
- ....¿cómo te sientes tras el reciente triunfo de vuestro albúm Ryan? - No cabía en mi asombro, le encontré.
Ahí estaba él, con un aspecto más maduro e incluso un poco más alto, aún conservaba su pelo oscuro y portaba una sonrisa tan dulce que sentía que me derretiría. La marca de su mandíbula estaba más acentuada a lo que la recordaba e incluso parecía más fuerte.
No podía creer que por fin pudiera dar con él después de tanto tiempo esperando. Obviamente él no iba a venir a por mí de nuevo, de hecho, tendría suerte si no se hubiera olvidado de mí, pero, después de tantos años tenía que verlo, quizás para estar juntos o quizás para poder olvidarlo.
Comí con rapidez y volví a casa casi corriendo, abrí el ordenador y me puse a buscar por la red. Encontré muchas noticias y páginas que hablaban sobre ellos y comencé a indagar un poco más. Por lo visto este era su primer álbum y la banda la componían tres personas más aparte de él.
Quería escuchar una de sus canciones, saber qué tipo de múscia hacía y por qué le gustaban a todo el mundo. En su videoclip al principio salía todo a oscuras, y, de pronto, una luz lo iluminaba desde arriba, un foco, como si fuera algo en la nada.
Comenzaba la guitarra. potente pero suave; comenzaba la batería, fiera y delicada; le seguían el bajo y el teclado, ruidosos y melodiosos; empezaba la letra, profunda y ligera. Era tan contradictoria, tan diferente a lo que había escuchado antes....y él estaba allí, en medio de todos cantando a pleno pulmón. Tal vez después de escuchar esa canción afloraron de nuevo mis sentimientos, como si se hubiera limpiado el polvo después de todos estos años y volvieran a ser aquellos de aquel entonces.
Necesitaba verlo, aunque no me recordara, el problema era el cómo lo vería. Era famoso y no podía simplemente ir a su casa o salir a buscarle, tenía que buscar otra forma. ¡Bingo! En dos semanas estarían firmando discos en el centro comercial, esa era mi oportunidad de oro, no debía desaprovecharla.
Estaba emocionado, tanto que esa noche dormí poco recordando todo lo que ambos vivimos, desde aquel día que se sentó a mi lado en clase a el día en el que hablamos por última vez, es curioso cómo pasa el tiempo.
Al día siguiente debía de trabajar, por lo que despejé mi mente y me fui a dormir. Lástima que eso no pudo evitar unas terribles ojeras cual ojos de pandas, pero no pasaba nada, porque al fin lo había encontrado.
Desayuné mi batido de frutas y mi tostada como todas las mañanas lo hacía y me subí al coche. Esa mañana había mucho tráfico y capaz que llegué algo tarde, pero nada importante como para que alguien se diera cuenta.
Entré en el instituto y caminé por los pasillos. Los adolescentes bromeaban entre sí, eran apasionados, se quejaban de los exámenes....típicas cosas de estudiantes. Saludé a unos cuantos, con los que había tenido más contacto, y me metí en mi despacho.
Dejé mi abrigo en el perchero y mi cartera al lado de mi mesa y me senté en la silla a curiosear unos cuantos expedientes de algunos alumnos. Realmente me encantaba mi trabajo y es que, cuando algo te apasiona, parece que tus días estás llenos, y no vacios como me decía Mel el otro día.
Aunque ella podía alardear de tener novio, y no un novio cualquiera, uno que la ha aguantado siete largos años, no sé cómo ha podido hacerlo por tanto tiempo. Ella tiene una cafetería junto con Ethan a la que se dedican a tiempo completo, me comentaba que era realmente agotador físicamente.
Sin embargo, mi trabajo era agotador mentalmente, pues tenía que buscar la solución a muchos problemas que salían de mi conocimiento, indagar en la mente de los estudiantes y buscarle solución a sus problemas, ser psicólogo me fascinaba.
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Ryan 2 (+18 - Gay)
RomanceHa pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos, cada noche me acuesto pensando en cómo será nuestro reencuentro; lo que no me esperaba fue en todo lo que había logrado mientras yo no estaba.