Segundo

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Este One-shot fue escrito como premio para: Majo, ganadora del reto "Día de Reyes" organizado por el grupo de Facebook SAO-Fickers.

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UN SEGUNDO A TU LADO

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El sonido persistente, que asimilaba el retoque de un tambor, acrecentaba con el pasar de los segundos, alterando a todos en la sala de reuniones.

Aunque el toque, no estaba acorde a lo discutido en ese momento, ya era normal presenciar al primer espadachín; ejecutor de tan peculiar sonido, realizar una acción similar en reuniones pasadas. Dando la percepción que su mente se encontraba vagando en otra realidad, dejando los asuntos de Underworld como segundo plano, a tal punto de quizás ignorarlos.

— ¿Kirito-kun?

El flequillo del mencionado se movió al volver su atención a la joven de ojos ámbar sentada junto a él.

— ¿Se encuentra todo bien?

El repique del dedo contra la madera se detuvo al notar la preocupación de la chica.

Ese par de iris fuego era su todo.

Y como si necesitara mesclar su aroma con el suyo Kirito le tomó la mano, sorprendiéndola, pues él no era alguien que demostrara ese tipo de afecto, íntimo entre ellos, frente a los demás.

—Hoy podemos ir a comprar provisiones en el distrito cuatro —propuso mientras con la yema de sus dedos acariciaba su piel nívea —, nosotros solos —agregó al notar los rayos de pena en su amada.

— ¡¿Eh?! Solos... —el sutil gritó que escapó de los labios de Asuna fue una melodía para su oídos.

—Últimamente no hemos salido —en ningún momento detuvo el trazo delicado que marcaba en ella, ni a pesar de las molestas toses reprochando su impropia acción.

En una escena normal, al darse cuenta de cuán ridículo y cursi se estaba viendo, se apartaría de inmediato y la vergüenza sería tanta que no dudaría en usar su encarnación para escapar, luego del merecido regaño que Asuna le diera.

—Kirito-kun esto es....

En un mero acto por no ser rechazado, como en días anteriores, su mano restante viajó hasta posarse en la barbilla de la joven.

—Solo por hoy —suplicó, lentamente acercando su rostro al juvenil de su novia.

—Me encantaría pero...—ella terminó por morderse el labio.

La forma amorosa en que se comportaba sin duda, era la razón de que la pelirroja estuviera luchando con lo correcto o tomar la decisión de volcarse sobre sus brazos y escapar con él por la ventana a espera del ocaso.

Amaba con toda su alma a Asuna, deseaba tenerla, disfrutar de su entera compañía. Pasar las noches y despertar cada mañana juntos no era suficiente, sentía que todas las responsabilidades los engullían de tal manera que la distancia era difícil de acortar, faltando los momentos de estar el uno para el otro y olvidar lo que quedó después de la batalla.

Para entonces sus labios estaban a nada de tocarse y encender ese fuego que desesperado ansiaba salir y apoderarse de todo su cuerpo.

—Asuna... solo tú y yo...

Un segundo a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora