Hermanastros || TXT x Lectora [Traducción]

🦋Capítulo quince🦋

Previamente...

Mientras estoy a punto de salir por la puerta alguien ingresa al mismo tiempo, haciéndome caer.

— ¡Mira por dónde caminas imbécil!

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Levanto el rostro con una expresión seria.

Cruzo miradas con un muchacho alto y guapo, aunque tenía el ceño realmente fruncido.

No parece coreano, se ve como si fuera ¿tailandés?

 — Si tienes ojos entonces úsalos —agrega.

Escanea mi cuerpo y resopla ligeramente, casi como si se estuviera burlando de mi físico.

— Hey, al parecer comes muchas hamburguesas, ¿no es así? 

Oh, claro que no hizo eso.

Una cosa es chocar conmigo y ser grosero pero otra cosa totalmente diferente es intentar burlarse del amor que tengo por la comida.

Ya tolero suficiente abuso verbal y físico en casa por los chicos.

De NINGUNA manera voy a permitir que un extraño me falte al respeto.

Me paro y hago una reverencia extremadamente exagerada.

— Discúlpeme su altísimo pedazo de mierda, debo informarle que mi vista es diferente así que tal vez choquemos de vez en cuando —respondo formalmente.

Él solo levanta su cabeza para mirarme con desprecio.

— ¿Qué dijiste? —pregunta molesto.

Aclaro mi garganta y junto mis manos.

— Verá, tengo dificultades para ver cucarachas gigantes que tienen una personalidad de mierda así que por favor entienda —hablo con dulzura.

Su mirada se intensifica y lo veo apretar la mandíbula.

Ruedo los ojos y paso por su costado.

No llegué a dar ni dos pasos cuando sentí un fuerte agarre en mi cabello.

Inmediatamente di una vuelta para verlo sostener un puñado de mi cabello mientras echaba humo por las orejas.

— ¡Yah! ¿Acaso sabes quién soy? —pregunta mientras me empuja, aún teniendo mi cabello en su mano.

Debido a la incómoda posición en la que me encontraba esto dolió más de lo que pensé.

Sostuve mi cabello y traté de soltarlo de su agarre.

— No, no sé quién eres y no tengo intención en conocerte —respondo.

Me atrae hacia él y agarra mi cuello con su otra mano.

— ¿Quién te crees que eres? —dice a entre dientes.

Quiero creer que este chico no acaba de jalarme del cabello por segunda vez.

Siento mi cuero cabelludo arder debido a la fuerza que él aplica en este.

Con la ira inundándome mi primer instinto es golpearlo.

Levanto mi mano y esta hace contacto con su mejilla, la cual produce un fuerte eco al momento de golpearla.

Sorprendido por el golpe suelta mi cabello y cuello.

Esta vez no fue mi intención hacerlo pero lo golpeé por segunda vez en la otra mejilla con el reverso de mi mano.

Mi mano dolía y probablemente estaba roja debido al impacto del golpe pero estaba tan molesta como para preocuparme en este momento.