Capítulo 7

54 9 7
                                    


—¿Crees que puedes huir de mí?

Blue abre los ojos en medio de la oscuridad, se ve empapada en sudor y tiene que pasar la palma de su mano por su rostro. Desconfiada, observa los alrededores de la oscura oficina y se ve algo sumergida en el terror de una pesadilla. Su móvil, en silencio, brilla notificando la octava llamada perdida de Dante, entonces ella toma sus cosas rápido.

Son las dos de la mañana y por primera vez en todos sus años trabajando en aquella empresa, se había quedado dormida y nadie le había advertido de ello. No puede negar que tiembla cuando usas las escaleras, pues el ascensor no sirve a esa hora.

Ella parece traspasar la puertas de la entrada y una vez afuera, se permite agacharse para tomar aire. Se ve siendo rodeada por una cálida y pesada prenda, pero la fragancia en simplemente conocida y eso hace que su corazón se apriete un poco.

—¿Qué haces aquí? —cuestiona ella y observa al chico. El futuro actor, lleva una gorra oscura puesta, prendas oscuras y guantes para la noche.

—Heers me dijo que aún no llegabas a casa y supuse que probablemente podrías haberte quedado dormida. Supongo que acerté —sonríe suavemente y ella siente el tacto de su mano sobre la de ella—, ¿Qué pasó? Estaba a punto de preguntarle a seguridad.

—Yo simplemente me he quedado dormida —suspira ella y recobra la compostura, pero Jown no parece dejar ir su mano—. Me quedé planificando la entrevista tuya y un par de proyectos de la universidad. Estuve hablando con Penny sobre un par de cosas y recibí la llamada de mi profesora de periodismo, dijo que el marco teórico de mi proyecto estaba incompleto y que me daba un tiempo límite. Además, prometí visitar a alguien a las siete de la mañana, tengo que salir a exposición a las nueve. Tengo mucho en la cabeza y solo quiero algo de espacio —termina su explicación observando la mano que la aprisiona.

Jown, decepcionado y molesto, termina por soltar su mano y observar en otra dirección. Algunas cosas pasan por su cabeza y sabe que son parte de sus celos.

—¿Vamos por algo de sopa de fideos? —intenta animar y ella lo observa, esta está sacando un cigarro de su bolso—. No es bueno fumar.

—No es bueno mucho, Jown. La vida no es justa, pero puede arreglarse con sopa de fideos —ella sonríe y él no lo hace, simplemente se acerca lo suficiente como para hacerla retroceder, el gesto de esfuma ante de reacción y él pasa de lejos.

—Vamos.

El camino a la tienda no es silencioso, Jown habla de su trabajo y lo mucho que su fama parece crecer, en momentos, él tiene que ver hacia otra dirección cuando alguien los observa mucho, tratando de averiguar si es el mismo Jown. Es por eso, que el camino no es largo y libre, y Jown termina por pagarle a la cajera con una fotografía y autógrafo.

Ambos soplan un poco los calientes fideos, acompañados de salchichas, algas secas y queso mozzarella con un huevo en el medio. La comida de siempre parece estar bien justamente a esa hora y con aquella compañía.

—Me gustas.

Suelta Jown y Blue sigue masticando levemente. Jown la observa, con la mirada seria y la expresión de molestia o hastía se aloja en su rostro.

—No, a ti te gusta que, aún con los toques, yo no he caído en tu cama, Jownnie. Ya te lo he dicho antes, te conozco más que nadie en este lugar —alza un poco sus cejas y sopla nuevamente—. No malinterpretes la reacción natural que tiene mi cuerpo ante el toque masculino de alguien atractivo, a deseos de ser tomada.

—Al final, terminaremos haciéndolo, Blue.

—No, no lo haremos —ella le observa con esa expresión de aburrimiento que Jown no ve desde hace varios meses y sabe que es una señal para detenerse.

El arte de tu sonrisa /PausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora