Díme conmigo tú qué ganabas,
y qué me gané yo por caer en tu labial.
Eres tú el poeta de la miel más amarga.
Fuiste tú por mucho tiempo mi religión.
Creándome toda esta extraña sensación
de adorar a un Dios, que jamás existió.
Me has dejado un mal sabor de boca,
y la cabeza medio loca.
Me has dejado cicatrices que lloran
con el roce de la más suave brisa.
Y deprisa quise escapar de ti
En esta historia me he desolado tanto,
como si todo hubiera sido un amor de Tarantino.
Hoy te quedarás atarantado al ver cómo yo he sobresalido.
No estamos compitiendo, pero yo salí corriendo.
Mientras tu estabas dormido, yo te estaba maldiciendo.
Mientras tu tanto aclamabas que eras un bendito,
yo más bien te creí un maldito.
Me has dejado un mal sabor de boca
y la cabeza media loca.
Me has dejado cicatrices que lloran,
con el roce de la más suave brisa.
Y deprisa quise escapar de ti.
Me has dejado un mal sabor de boca
y la cabeza media loca.
Me has dejado cicatrices que lloran
con el roce de la más suave brisa.
Y deprisa quise escapar de ti.