No Somos Solo 10 (Omnitrix Universe)

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¿Es que acaso esto no se acabará?

Ya he visto demasiadas personas sufriendo y aunque odie a las personas, su sufrimiento no me es placentero.
Menos aún cuando soy yo quien lo provocó.

Yo y mi debilidad.

¿Por qué estoy tan decaído esta vez? La razón es simple de contar pero no de soportar.

Murió un amigo cercano. Muy cercano. Sí, yo también creí que como está el mundo, habría sido por una masacre más por parte de extraterrestres furiosos ó humanos creyéndose con el poder de quitar vidas a inocentes, si lo pienso bien, no soy tan diferentes a ellos, solo que yo lo hago sin querer...

No, él murió de cáncer. En una cama de hospital. Vivió sus últimos días en una habitación con olor a guantes de látex. ¿Qué por qué me culpo si murió de una enfermedad sin cura? Bien, por si ya se les olvidó o creen que estaban leyendo una historia yaoi, yo tengo una cosa llamada Omnitrix y una de las muchas “maravillas” que se puede hacer con este, es devolver a su estado original el ADN de quien yo quiera, eso va desde alienígenas hasta personas.
Y bien pudo haber salido, si el maldito reloj le perteneciera a una persona capaz, fuerte y valiente pero no, lo tengo yo. No crean que no tenía intención de salvar a mi amigo, solo que hacer algo como eso, era prácticamente un suicidio. Mi organismo no está de lo mejor preparado para una operación como esta.

Me haría polvo en un chasquido.

Moriría al mismo tiempo que mi amigo sin siquiera poder hacer algo. Yo podría sí...

¿Ahora me entienden?

— Lexis, ¿a dónde vas tan temprano—. Mi madre, una mujer de alrededor 30 años, (¿Que? No me sé la edad de mi mami) que se casó con un hombre mayor que ella, tuvo dos grandes hijos que son abogados y un tercero, intento de héroe.

Me levanté temprano para asistir al funeral de mi amigo.
— Iré al funeral de Xavi. ¿Quieres acompañarme—. Ojalá diga que sí ó moriré entre tanta gente.
— No puedo, vendrán tus hermanos a visitarnos. ¿Por qué no vas con Hache? Hace tiempo que no salen juntos, sé que desde nuestro incidente, no has querido salir con...—. Sé que se preocupa por mí pero es un poco hostigante.
— Mamá...—. Muy hostigante.
— También me preocupa que ya tengas 21 y no hayas traído a ninguna chica a casa. ¿No serás gay? Sabes, te apoya...—. Cagado. Mi madre piensa que soy gay. Y no sabe mi edad. A mano.

— Primero que nada, no tengo 21, tengo 19. Ahora, no soy gay. No es mi culpa que cada chica con la que me topo, piense que soy un perdedor, tampoco es que me interese. Y de nuevo, no soy gay—.
— Bien, bien, pero si llegas a dudar, cuéntame ¿vale?—.
— Serás la primera en saber. En cuanto a Hache, sus padres no le dejan ya salir conmigo. Por lo del reloj y a quién podría atraer. Capaz nos linchan a ambos.— Dije mientras tomaba mi mochila, no, La Mochila, ni siquiera sé porque le doy tanta importancia a algo material, además que está hecha mierda. De mochila ya no tiene nada. Pero la sigo llevando a cualquier lugar. Suéter por si acaso, una botella de agua, unas barras de chocolate, unos audífonos viejos y una libreta, eso era lo que habitaba entre las sucias paredes de mi mochila.— Además que a esta hora debe estar en la escuela si no fuera al funeral... Quizá si lo vea después de todo.
— Deberías hacer más amistades. No todo el mundo piensa que eres un perdedor. Sí, sé que hemos pasado dificultades con el mundo, pero no debe ser impedimento para que sigas insistiendo en ser el héroe que tanto necesitamos. Por cierto ¿Cómo vas con el reloj? ¿Alguna mejora?.— Mi madre siempre sabe cómo dar en la fibra sensible.

Quizá podría intentarlo.

— Pues ya puedo controlar un poco más eso de transformarme pero no me siento seguro haciéndolo en casa, he oído que hay alienígenas que miden lo de un edificio... ¿Crees que pueda ir al Monte Roto para practicar?— Mi madre siempre ha sido insegura en dejarme salir y ahora más que sabe que podría hacer algo que tanto me afecte a mí como a las demás personas. Si le dijera que iré a drogarme, accedería más fácil.