Sobre la Lluvia

Capítulo 8/\ A patear *****desalmados.

—Por favor...Rain, dime; ¿qué eres? ¿Qué quieres con mi familia? ¿Por qué nos mientes?

—¿Mentir? Ash...no deberías estar aquí...—trato buscar la mirada de David, se suponía que nadie podría estar consciente mientras él estuviera usando su poder.

—No me mires así, tampoco se lo que sucedió...solo todo ser celestial y lo que sean los desalmados podían estar en movimiento.

—¿Celestial? ¿Desalmados? ¡Pero qué diablos son?

—Con razón siempre escucho que lo único divino en la tierra es la estupidez y el cuestionamiento humano...—todos miramos a Gabriel que con tanta tranquilidad habla —digo, como para hacer tantas preguntas en menos de un minuto y llamarnos diablos...espera, ¡los humanos no son divinos ni nada!

—Señor...me gusta su gracia pero en estos momentos, ohm...—señala a Sadara esposado con la desalmada con gotas de mi sangre y seguidamente, a mi; preocupada por el caso de Ashley.

—¡Oh, dios mío! ¿Qué le hicieron a la pobre chica y a ese joven esposado junto a ella?

—Ah, por dios, realmente —espera David.

Entro en desesperación.

—Chicos, ustedes no saben nada; es obvio que ella no es Ashley.

—¿Qué? —tartamudeo entre casi lágrimas en mis ojos.

—¿¡Qué!? —dice ahora la supuesta imitadora.

—No hace falta ser un experto para darse cuenta que el aura espiritual de ese individuo es similar a la desalmada esposada con el pobre de Sadara allí.

—Con razón Sadara odia usar las esposas...es muy penoso.

—Si...ahora ya sabemos que eres uno de los suyos, alma en pena. Deja de fingir y de atormentar a la pobre de Rain.

—Rain...no le creas, soy Ashley, lo juro...no quiero atormentarte, además, he descubierto cosas...soy quien anhelas, Rain, soy a quien tú buscas.

—No la escuches querida, quiere jugar con tu mente...¿Rain?

A penas escuchaba su voz, solo podía oír a Ashley, ella...¿era él? ¿Por qué de repente ahora todo me es tan familiar?

—¿No te era familiar desde antes ya, Rain? Recuerdas el porqué estás ligada a mi familia y...a mi, ¿verdad? Rain yo soy él, yo soy tuyo.

Ashley hacía algo...no sabía lo que era, pero con cada palabra me hacía recordar...algo. Me sentía cálida, me sentía al lado suyo, estaba tan cerca, tenía sentido, ¿no? Ella es la reencarnación de Sook, después de todo.

—¿Sook? —sollocé.

—Si, si...soy Sook, Rain, nos encontramos de nuevo, ahora si podremos estar juntos, entrégate y ven conmigo Rain...olvida todo esto, tu legado como arcángel, la raza que buscan destruir...tú no quieres esto, ¿no? —su figura femenina se transforma en lo que yo recordaba de él, tan alto, con sus profundos ojos negros como su pelo, pero algo estaba tan diferente.

—¿Cómo es que ahora vuelves a ser tú?

—Lo descubrí todo...por mi padre...digo, el humano paterno que me otorgaron, Rain, ¡ya se que soy!

—¿Y por qué viniste aquí como Ashley?

—Es difícil dejar tu media alma humana para poder controlar toda tu mente...aún estoy tonto Rain, igual ya no se que soy...dime que soy, tú tampoco sabes que eres...aprendamos de nosotros juntos Rain.

—¿Y qué pasa de Ashley? ¿Tu familia?

—Los amo a todos, a quien fui pero...te amo más a ti.