¡𝐒𝐨𝐥𝐨 𝐄𝐫𝐚 𝐔𝐧 𝐂𝐚𝐣𝐞𝐫𝐨!~||❍︎𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧

𝕮𝖆𝖕.4: 𝕬𝖑 𝕮𝖔𝖓𝖙𝖊𝖔 𝕯𝖊 𝕿𝖗𝖊𝖘~

— ¡Ya estoy! — anunció el ojiazul entrando a su hogar.

Una mansión ubicada a lo lejos del centro de la ciudad; realmente, hermosa.

— ¡Taehyung! — se acercó al nombrado un castaño — Me tenías preocupado — expuso.

TaeHyung, sin dudar, se abrazó a éste de inmediato.

— ¡Oh, pequeño! — exclamó el joven de cabellera castaña, mientras acariciaba la espalda del ojiazul.

— Tenía miedo, mucho miedo, Jin — confesó el rubio.

Lastimosamente, aun recordaba aquella mirada de llena de lascivia, esa vista desnudándole sin escrúpulos, le hastiaba, y asqueaba demasiado.

No obstante, después de que TaeHyung se calmara un poco, el castaño le guió hacia la sala de reuniones, por lo que, al pasar, cierto instante, los demás miembros del grupo llegaron a la sala.

— ¿Dónde está Jeon? — preguntó un pelimenta mientras comía palomitas y tomaba asiento en su lugar asignado.

— Se supone que debería de haber llegado hace dos horas — comentó un medio moreno de cabellera grisácea, tomando asiento también.

— TaeHyung —

El nombrado, tras voltear a ver al dueño de la voz, se levantó de donde estaba sentado y corrió a los brazos de éste, quien le esperaba con los brazos abiertos.

— H-Hobi — susurró el rubio, acurrucando su rostro en el cuello del mencionado — E-Él — empezaba hablar.

— Tae~, ¡shh! Trata de obviar el recuerdo de ese sujeto — le pidió Hobi, separándose levemente del abrazo — Amor, ya pasó, ahora, estás aquí conmigo — consoló acunando el rostro del pelirrubio entre sus manos — Nada volverá a pasarte, ¿sí? — aseguró, ganándose un asentimiento de su chico.

— ¿Alguien qué sepa de Jeon? — preguntó el pelimenta, tratando de retirar la atmósfera decaída que se había plantado en la sala.

— ¡Joder, Min! — exclamó el chico de cabello grisáceo — Ten calma, Jeon, no debe tardar —

El pelimenta frunció el entrecejo, sencillamente, la espera no era su fuerte

— Taehyung, ¿sabes algo de Jungkook? — cuestionó Jin.

— No, solo me dijo que me vería acá, después de todo, tenemos que terminar de realizar el plan — respondió el pelirrubio, quien ya se encontraba más calmado y, aun acurrucado en los brazos de Hobi.

— ¿Y tú, Hoseok? — le preguntó Jin a la pareja del ojiazul.

— Me dijo que empezáramos con pulir las ideas, que después, él revisaría todo — contestó Hoseok a todos los presentes.

— ¡¡Joder!! — exclamó en voz alta el pelimenta mientras fruncía el entrecejo — ¿Y no lo pudiste decir desde antes? — acusó a Hoseok.

— No, ya que recién me lo acaba decir en un mensaje — le contestó éste, mostrando su móvil.

Tanto Hoseok como el pelimenta tenían una guerra de miradas, ambos, se estaban masacrando, pero vieron interrumpida dicho exterminio por la suave voz de uno de sus compañeros...

— TaeHyung, da informes del lugar — solicitó Jin, antes de que, el pelimenta empezará a pelear nuevamente con Hoseok.

— Solo en la parte de la sala de espera de agentes y cubículo de los cajeros, hay dieciocho cámaras de seguridad en total, cuatro cámaras ubicadas en cada esquina del local en la parte de afuera, una en mera entrada, cinco cámaras en el pasillo que lleva hacia la bóveda, y cuatro esparcidas en las oficinas del segundo piso; en total h... —