La unica razón por la que escribo esto es porque me encuentro en un limbo, en un vaivén eterno de dudas.
Hay preguntas que me atormentan en mi cabeza como si fueran demonios que se metieron en mi para no salir.. y preguntan sin cesar ¿Existe alguna persona destinada para mí? Y en tal caso de que existiese ¿La podría perder para siempre?
Hubo una vez hace ya mucho tiempo, una persona de la cual me enamoré locamente. Con la cual sentí haber encontrado "el amor de mi vida" debido a que era mi primer amor, con ella me sentí tan pleno, sentí emociones tan intensas y placenteras, todas esas fueron mis primeras veces experimentando lo bello y complejo del amor. Me idealize a su lado en mis noches y días de porvenir y me aferre a la idea de que jamas amaría a nadie como lo hice con ella.
Estaba tan cegado por el amor que no pude ver errores, errores míos.
Lamentablemente con el tiempo [el gran enemigo del hombre], la intensidad fue diluyendo y al entregar tanto de mi, me quedé vacio. Al haber prácticamente nada de plenitud e intensidad practicante nos convertimos en perfectos extraños, fue una constante lucha de poder para intentar convertirnos en alguien que no éramos. Al final, era yo el quien la necesitaba más a ella, queriendo llenar el vacio que aun tenía dentro de mí.
Si era ella el amor de mi vida, ¿por qué seguía sintiéndome vacío?
Muchos opinan que al dar todo por un gran amor, por un amor que se vive en una constante plenitud del alma, que jamás se podrá olvidar ese momento en el que fuiste féliz.
Este amor fue un amor inesperado, un amor no correspondido, casi imposible diría.. por factores como el tiempo, distancia e intensidad.
Este factor condiciona todas mis futuras relaciones apartir de que descubri lo que es amar, siempre que vuelva a hacer algo con otra persona, siempre lo compararé con mi primer amor, con el amor de mi vida.. y nunca nada, volverá a sentirse tan pleno como me sentí esa primera vez...
Sigo teniendo la efimera esperanza, la ilusión de que el amor mute, cambie o se transforme. Pero no creo que me de la vida para experimentar algo tan asombroso como lo que ya viví. Conocí al amor de mi vida, y lo perdí.
