Prologo

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Son las seis de la mañana, olvide hacer mi maleta y mi mamá ya está apurándome, diablos, no vuelvo a tomar antes de viajar, necesitaré pastillas para soportar el viaje. Por la mañana todos están vueltos locos, mi papá alistándose para llevarme al aeropuerto y mis hermanos preparándose para su colegio. Mamá, ¿qué puedo decir de ella? Sin ella estaríamos perdidos en casa. Verán, mi vida esta aquí en Monterrey, con 19 años recién acabo de graduarme de la carrera de leyes, es mi pasión y esperó triunfar como los dioses en la abogacía.

Un maestro me contacto con un amigo abogado de él en Houston, Texas, para unas conferencias las cuáles me servirán mucho. Mis padres les cuesta soltarme, pero son pasos que tenemos que hacer en la vida, creo que no hay regreso atrás. Vivimos en Monterey, la ciudad más bonita de mi México, regio a morir.

Mis padres son Luis y Salma, soy el mayor de mis 4 hermanos: Edgardo, Omar, Carlos y la princesa menor Camila. Como verán somos más hombres, pero aquí las que nos dominan y controlan son mi mamá y hermanita. Somos familia humilde, mi papá es chofer de una empresa  y mi mamá es secretaria en una escuela. Soy un joven de familia, un poco reservado pero  la familia es lo primordial siempre. Ahora tengo que alejarme de ellos por meses, pero es para bien, asistir a las conferencias del abogado más grande de Houston es una delicia que no espero desaprovechar. Estaré tiempo fuera de casa, así que mis padres utilizaron sus contactos para poder quedarme un tiempo a vivir en casa de unos viejos amigos, créanme que no es de mi agrado estar de arrimado en una casa, pero pues prácticamente no estaría ahí sino en mis conferencias y asistiendo a mi abogado, así que lo tomaré. En esa casa viven la pareja amiga de mis padres, su hija Danielle con su esposo y sus dos hijos de 5 y 3. El esposo de ella casi no está, viaja mucho, así que entre menos personas, mejor para mi, no me gusta convivir mucho con gente que no conozco. Me quedo pensando en lo que me espera, hasta que una voz interrumpe mis pensamientos.

—¿Todavía no estás listo Damián? Vas a llegar tarde al aeropuerto, tienes que estar a tiempo.

—Ya ya voy mamá, dame 5 minutos.— No había caído en cuenta lo feo que la pasaré sin ella estos meses.

No me gustan las despedidas, prefiero ahorrarme la tristeza y actuar como si nada. Abrazo a mamá por última vez, si si, se que no es para siempre, pero sin importar la edad que tengas, siempre se extrañará a mamá. Abrazo a mis hermanos advirtiéndoles que regresaré, por último mi héroe, mi padre y sus consejos que jamás olvidaré y los llevaré a donde quiera que vaya.

—Damián, primero que nada, quiero que sepas que estoy orgulloso del hombre que te estás convirtiendo. Eres mi mayor orgullo, y aunque me duela dejarte partir tengo que hacerlo, se que sonará exagerado pero para un padre dejar a su hijo ir lejos es algo horrible, algún día lo entenderás cuando tengas hijos. Si te apoyé en este viaje, es porque eres maduro, centrado, inteligente, y se que harás cosas maravillosas por allá. Nunca olvides de donde vienes, por mas maravilloso que te parezca el mundo de las leyes en otro país, siempre mantén los pies en la tierra. Y no olvides que te amo.

—Esperaba este consejo sabio de tu parte papá, y lo necesitaba para darme las fuerzas de poder subirme a ese avión. Gracias por estar siempre conmigo, y créeme que haré todo para regresar y hacerlos sentir más orgullosos de mi. Cuídate mucho y cuida de mamá y de mis hermanos, será muy difícil sobre todo para ella estar lejos, pero prometo que volveré. Te amo viejo. —Nos abrazamos y fue el más cálido y sincero.

Claro que me cuesta partir de casa, es mi primera vez lejos de ellos por mucho tiempo, se que cosas buenas vendrán a mí, y espero disfrutarlas. El viaje no es muy largo pero prefiero dormir y descansar, estoy emocionado por las conferencias, no puedo esperar a llegar a Houston.

Viaje corto pero cuando tienes cruda es como si pasarán años

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Viaje corto pero cuando tienes cruda es como si pasarán años. Me dirigió hacia el carrusel, espero mi maleta, se supone que los amigos de mi papá estarían aquí a tiempo, tratado de localizarlos pero mi maleta viene.
Me voy la vuelta y los veo ahí a los dos, son una pareja mayor, Ignacio y Lucia, mi papá y el fueron o más bien son amigos desde la infancia, los recuerdo desde la última vez que fueron a México.

—Damián querido, estar enorme, ya eres todo un hombre, la última vez que te vimos tenias 10 años, ha pasado mucho.— Ignacio siempre de exagerado

—Hola, que genial verles de nuevo. Agradezco que me permitan quedarme un tiempo en su casa, veré la manera de contribuir.

—Estás guapísimo hijo. Que agradeces, somos familia y estamos encantados de tenerte con nosotros. ¿Qué tal el viaje?— Lucia un amor

—Pues vaya gracias. Tranquilo con pocas turbulencias pero vaya, no sería viaje especial si no las tuviera.— Vaya muero de hambre.

—Estupendo. Vamos a comer, debes estar hambriento.

Después de una charla interesante sobre la familia, mi carrera, la vida y la comida, nos dirigimos hacia su hogar, está un poco a las afueras de Houston. Yo solo quiero llegar y dormir. Me viene contando en el camino como es la vida aquí y bueno espero poder adaptarme rápido. Son personas interesantes, ya quieren que conozca a las tres personas que los vuelven loco, yo también espero conocerlos pronto.
Hemos llegado, es una casa preciosa, acogedora, un jardín maravilloso, con juguetes claro, pues viven niños aquí.

Tengo el presentimiento de que a partir de lo que suceda después de entrar, me dejara huella para toda la vida. Aquí comienza mi aventura.

Una razón para quedarme. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora