Contado por Leo
Había intentado de todo para marcharme de este lugar, pero ningún hechizo lograba que esas marchas se eliminaran. Afortunadamente la sangre de papá comenzaba a secarse y su olor disminuía, pero no todo este tiempo me encontraba luchando por no atacarlo. Tal vez por eso mi mente no era tan clara como para usar un hechizo correcto.
Escuché pasos que se acercaban hacia nosotros, pasos de un grupo de un grupo de vampiros fácilmente identificable a causa del aroma. Eran los miembros del consejo vampiro.
-Pero miren a quien tenemos aquí -mencionó Erick al verme- A uno de los traidores que tanto buscábamos.
Todo el consejo estaba detrás de él, estaban bastante desaliñados, comparando con su pulcro estado de siempre, hoy parecía que estuvieron en alguna pelea. Erick estaba a punto de ingresar a la habitación pero justo antes de dar un paso hacia dentro se percató de las marcas y retrocedió.
-Alguien te atrapó en este lugar seguramente -comentó- Así que supongo que ninguno de tus amigos está contigo, que lástima ¿Cómo está Alek? -¿Alek? ¿por qué preguntaría por él?- Es una lástima que te vayamos a asesinar de lo contrario te pediría que le avisaras que quisiera volver a repetir.
Este lunático me estaba confundiendo y mucho, no entendía las tonterías que decía, excepto por el hecho de que piensa que me matará.
-Nadie será asesinado -mencionó Christina.
-Te recuerdo Christina que gracias a ellos perdimos a muchos de los nuestros y fue gracias a eso que nos invadieron y fuimos sometidos con facilidad.
-Y nos sometieron porque necesitaban este lugar, y tal parece que a Leo también para alguna clase de hechizo ¿O me vas a decir que crees que es coincidencia que haya ocurrido un terremoto?
-Y uno que a juzgar por los gritos y lamentos podría asegurar que es devastador, incluso peor que el de Vrancea -agregó otro de los miembros del consejo.
-Gracias por tu gran aportación -dijo Erick mirándolo con desdén- pero las coincidencias existen.
-No es una coincidencia -mencionó Eros- El que nos atacó hizo que Leo golpeara el suelo con un cetro y después ocurrió el terremoto.
-¿Y eso lo hizo para...?
Esto era un asunto que nos involucraba a todos. Si el hechizo se rompía, seguramente todos morirían, entre ellos los vampiros. Así que si les contaba todo tal vez hasta decidieran ayudarnos. Así que comencé a relatarles todo lo que Israel nos había contado sobre el hechizo, todo con lujo de detalle al igual que él nos lo explicó.
-¿En serio piensas que nos creeremos esa historia? -cuestionó Erick.
-No es ninguna historia -mencionó el miembro del consejo que aparentaba mas edad- Hay algunos relatos sobre eso que ha contado, por desgracia nunca habían cobrado un sentido hasta este momento y por eso no les dimos la importancia que merecían.
-¿Y eso qué? ¿Solo por unos relatos y una historia que él cuenta olvidaremos que nos traicionaron ayudando a esos perros?
-Esto va mas allá de ti y tu enemistad con esos "perros", tú eres alguien sin importancia frente a lo ocurre, esto va mas allá de ti, de mi o de cualquiera de este lugar. Si no hacemos algo no sabemos que ocurrirá. Probablemente nos traten de matar a todos. Todos deberíamos trabajar juntos como lo hicieron hace cientos de años.
-Suerte con eso, yo no me acercaré a tu grupo de raros por nada en el mundo, y a juzgar por estas marcas que indican que no puedes atravesar esta puerta, supongo que tu tampoco te acercarás a tus amigos. En fin, si lo que dices es cierto creo que iré a disfrutar el tiempo que nos quede de vida, tal vez consiga a alguien como tu amigo, fue una experiencia divina.
