Synical [Norenmin]

-6-

Debo aclarar que pondre recuerdos entre capitulos pero son parte de la historia, pondré el "nombre" antes del capitulo para que sepan cuando son recuerdos.
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Día de lluvia

Jeno corrio, la lluvia habia comenzado de la nada, tenia que encontrar un lugar para refugiarse de la lluvia, no podia permitirse volver a casa con la ropa mojada, además no tenía un paraguas.

Vio un local de pan con el letrero de "abierto" no lo pensó mucho y corrió dentro revisando en su bolsillo si llevaba un poco de dinero, sabia que no podría permanecer mucho en un local sin comprar nada, pero solo tenía suficiente dinero para el autobus de regreso.

Chasqueo la lengua enfadado, tendría que salir a buscar otro refugio de la lluvia.

-Disculpe- una suave vocesita atrajo su atención, justo al otro lado del local, en el mostrador, estaba un chico pequeño, sus pequeños brazos apoyados en el mostrador mirando a Jeno con cierta preocupación en sus ojos.

"Cautivador" pensó.

-¿En qué puedo ayudarle?-

La simple pregunta hizo a Jeno sonreír con tristeza, tendria que irse.

-No tengo dinero, solo quería...- suspiró poniendose la gorra de su sueter y mirando hacia afuera -Me ire-

-¡Espere!-

Jeno se detuvo y miro al chico, aun parecía preocupado pero no entendía por que.

-Parece que tiene problemas- el pequeño chico salió de detrás del mostrador -¿Necesita ayuda?-

La boca de Jeno se curvo en una sonrisa, el chico era más pequeño que él y ahora de preguntaba que hacia un chico tan pequeño trabajando solo.

-¿Tú vas a ayudarme?-

-Lo intentare-

-¿Puedes hacer el la lluvia se detenga?-

Era una simple trampa, quería poner nervioso al chico, pero se sorprendió cuando el más pequeño parecio pensarlo, lo vio caminar hacia la trastienda y salio de regreso con un paraguas en sus manos.

Un paraguas azul.

-¿Esto servira?- el chico sonrió tan calidamente que Jeno sintio su corazón detenerse.

Un paraguas.

-¿Es tuyo? ¿Qué pasa si no deja de llover?-

-Tengo otro-

-Pero...- No podía tomarlo, no podía aceptar nada de ese extraño.

-Para que te sientas tranquilo ¿Qué te parece si luego me lo devuelves?-

Jeno lo pensó mirando al chico sonreír tan calidamente, esa sonrisa y esos ojos brillantes, definitivamente quería volver a verlo, así que tomo el paraguas.

-Te lo devolvere- Jeno tomo el paraguas de las suaves y pequeñas manos, eso sería su excusa para verlo de nuevo.

-Te dare un pan de regalo si me das algo a cambio-

Jeno hizo una mueca de disgusto, sabia que había alguna trampa en todo eso, hizo su peor mirada y contesto con una voz fría.

-¿Qué es lo que deseas? ¿Dinero? No tengo-

El chico negó aun sonriendo -Colecciono sonrisas hermosas ¿me darías la tuya?-

Jeno apretó el paraguas entre sus manos, un nudo se formo en su garganta, sabía una cosa, si sonreía podría llorar, haría dos cosas que hace demasiado tiempo no hacia, sonreír sinceramente y llorar.

Pero era lo unico que ese chico le pedía.

Así que sonrió.

-Woow, tu sonrisa en serio es hermosa- el chico sonrió genuinamente -La conservare como una sonrisa especial-

Lo vio darse la vuelta y tomar un pan con cubierta de chocolate, lo puso en una bolsa mientras hablaba.

-Seguro que cualquiera que te ve sonreír sera el más afortunado del mundo- Le entrego la bolsa con el pan -Toma, es el pan más popular actualmente, seguro que te gustara, si no lo quieres puedes darselo a alguien más, puedes volver cuando desees-

Jeno tomo el pan, su corazón latia con fuerza, aun tenía ese nudo en su garganta así que solo asintió antes de darse la vuelta para irse.

-Gracias- murmuro abriendo el paraguas -Te lo devolveré-

-Trabajo aquí toda la semana por la tarde, si no me encuentras solo pregunta por Huang Renjun-

-Soy Lee Jeno-

-Mucho gusto eyesmile-

No lo había sentido desde hace tanto tiempo, no había podido sentir nada por nadie desde que tiene memoria, creía firmemente que el mundo estaba podrido y que todos eran demasiado egoistas para buscar ayudar a los demás, creía que nadie había visto la desesperada necesidad de un poco de ayuda en su mirada, pero ese chico lo vio desde el momento que entro en el local.

Jeno se sentó en el autobus y miro el paraguas recargado en su asiento, él estaba seco gracias a ese paraguas, podía ver las letras en un lado escritas con un marcador negro "Renjun" y miro el pan entre sus manos, lo saco lentamente de la bolsa para no destruirlo y lo probo.

Era delicioso, sentía que su estomago y su corazón se llenaban, de nuevo quería llorar por esa pequeña muestra de afecto.

Quien diría que al volver a casa planeaba darse un tiro en la cabeza.

De nuevo miro el paraguas y volvió a probar el pan.

Ahora tenía una promesa, tenía una razón, tenía que devolver ese paraguas a su dueño y sin importar como fuera, ese chico sería suyo.

Huang Renjun, ese era el nombre de su ángel, el ángel que salvo su vida y le dio un motivo, ese seria el ángel que cuidaría a toda costa del mal en el mundo, cuidaría esa pureza y esa sonrisa, costara lo que costara.