Jimin respira muy profundamente tratando de contener la rabia que siente al ver la maliciosa sonrisa de su suegra frente a él, frota su vientre de siete meses hasta que sus latidos vuelven a la normalidad y sus ojos dejan de arder por las enormes ganas que tiene de llorar. Con mucho cuidado camina hasta la cocina, deja sobre la meseta la comida que tanto esfuerzo le había llevado preparar durante la mañana, pero que al parecer no era el gusto de su suegra que no le bastó con humillarlo "esto está horrible, no sirves para nada" esas palabras lo hirieron, pero aún más las que pronunció después: "te dije que cualquier chico sería mejor que esté" . Si, definitivamente había lastimado su corazón, pero su esposo Jungkook se encargó de rompérselo por completo cuándo le lanzó una mirada de disgusto y le ordeno que tirara la comida. Sentía mucha frustración porque la situación se repetía todos los fines de semana que esa mujer visitaba su hogar, su esposo no era así, siempre lo consentía y era tan amoroso con él que no se explicaba el por qué se portaba así cuándo estaba su madre.
Un par de lágrimas se deslizan por las mejillas del embarazado quien frota su enorme vientre mientras se adentra a su habitación y se sienta sobre la orilla de la cama para dejar salir todo el dolor y coraje que siente. Limpia una y otra vez sus lágrimas pero estas vuelven a deslizarse de inmediato en contra de su voluntad; no deja de acariciar su vientre porque su bebé no deja de moverse inquieto, siempre sucede lo mismo cada vez que llora y aveces se piensa que su hijo es capaz de sentir su tristeza y dolor.
-Ya bebé, tranquilo corazón- habla con su gran pansita con amor - lo siento, ya estoy bien bebé, papi está bien.
Con esfuerzo logra controlar sus lágrimas ya que no es bueno para el bebé que se altere de esa forma. Se prepara para dormir aunque es temprano, pero lo único que quiere es acostarse, cerrar los ojos y olvidarse de todos sus problemas. Con tristeza se cubre con las sabanas, le da la espalda al lado dónde su esposo siempre se acuesta y cierra sus ojos listo para al menos tratar de caer en un profundo sueño; aunque lo intenta no lo logra, su pie derecho se sacude una y otra vez por las próximas horas hasta que deja de escuchar voces en la parte inferior de su casa. Esta seguro que su suegra ya se ha marchado y eso lo llena de una inmensa tranquilidad.
Al pasar un par de minutos escucha los pasos de Jungkook acercarse, de inmediato se cubre por completo con las sabanas haciéndose el dormido. Puede escuchar a su esposo ponerse la pijama, entrar al baño y finalmente puede sentir cuando ocupa su lugar en la cama. Por primera vez no hay palabras, no hay un "buenas noches", tampoco un beso y eso le hace doler el pecho con tristeza, sus lágrimas se deslizan solas pero se niega a que su esposo se de cuenta que llora, por lo que abraza a su enorme almohada reprimiendo su llanto. Cuándo por fin su esposo se queda profundamente dormido, Jimin se pone de pié y va directo a la sala para sentarse en el sofá y dejar salir todo el dolor, angustia y aflicción que su corazón siente; llora por mucho tiempo a medida que acaricia su vientre con cariño, deja salir sollozos y su cuerpo llega a producir ligeros espasmos que sabe que al final aliviaran su alma.
-Sólo es un mal día bebé- son sus últimas palabras antes de quedarse profundamente dormido.
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Los siguientes días pasan a ser peores, Jungkook parece otra persona, no le habla, no lo mira y ni siquiera se acerca a él, es como si ni siquiera le importará. Con la intención de solucionar las cosas Jimin prepara el desayuno con mucho más esmero para por fin romper ese silencio en su relación que lo esta matando. Se da ánimos así mismo y sonríe ampliamente esperando a que su esposo se siente a tomar el desayuno y al fin logren hablar y solucionar todo malentendido. Como todos los días su esposo desayuna con él pero nuevamente se levanta sin pronunciar palabra y eso desanima al más bajo, pero se llena de coraje tomándolo del saco para que se detenga.
