Capítulo 15: [Pista]
— ¿Qué opinas de Sato-san? — Kôyô bebió elegantemente de su taza de té verde, era la imagen de la calma. Habíamos estado estudiando aburrido shodô, mis dedos punzaban de tanto tratar de realizar correctamente letras de kanji. Mi caligrafía era terrible por decir mucho, no importaba cuanto lo intentará parecían más unos extraños jeroglíficos.
Las materias generales siempre habían sido fáciles, ya que recordaba de mi vida pasada. Las personas, Ôgai en especial, me adulaban por mi supuesta inteligencia, pero en temas de lectura y escritura era terrible.
— Es un idiota — respondió después de darle una mirada desaprobatoria al papel de arroz que estaba desperdiciando, con mi fea letra, la tinta salpicada en todas direcciones.
— ¿Si? — como no asistía a la escuela, todo lo que debía aprender en una escuela normal lo hacía bajo supervisión de la estricta Kôyô. Quien tenía la confianza de Ôgai.
— Así es, no te preocupes por él. No creo que participara consciente de lo que Rando-dono hacía, es ambicioso, pero le falta ingenio y mucho cerebro. No era un secreto que el que controlaba todo era Rando-dono mientras Sato-dono simplemente...
Cerro la boca, recordando que después de todo era una niña y había cosas que no debía escuchar. Como los vicios de los hombres. Muerte, traición y más, si eran aptas para mí, pero no la vida libidinosa de un viejo verde.
Como sea. Solo era la doble moral de la mafia.
— ¿Y qué hay de Ichiro-san? — casi imperceptible la mano firme de Kôyô tembló. En estos tiempos ella no era una ejecutiva, era una sub-ejecutiva, el sujeto por encima de ella era un viejo desgraciado. Del cual luego de un tiempo asumí que era ese mafioso desconocido que menciona el anime que mata al chico que quería llevarse a Kôyô del submundo, pero solo consiguió un boleto al más allá.
Ichiro era uno de los ejecutivos más cercanos del ex-jefe. Era muy sensato pensar que no le agradaba los cambios en la jefatura, lo raro seria encontrar pruebas de traición. Era un tipo astuto, sólo lo había visto tres veces, en cada ocasión la sensación de peligro había sido peor.
— ¿Todavía quieres irte? — ya dándome por vencida con mis estudios de hoy, deje el pincel de bambú a un lado ante la repentina pregunta.
— Acabo de llegar y ya me estas echando Kôyô-ane-san.
—No me digas ane-san, no soy tan vieja — le dio a la mesa unos golpes con su abanico, para enfatizar lo molesta que estaba por el honorífico.
— ¿En verdad? — sonreí con malicia — ¿Y ese pelo blanco de ahí?
Su rostro se dreno de color tocando temblorosa su cabello.
— Era una broma — aclare después de reírme por mi travesura.
Arrugo el entrecejo. La mire con inocencia. Apenas tenía diecinueve años, no entendía porque se preocupaba por cosas de la edad. Yo que tenía la fortuna de volver a tener trece veía muy lejana la vejez, no tenía derecho a molestar a los viejos.
— Hay días en los que eres más molesta que Dazai.
— ¿Si? ¿Es eso posible?
— No deberías irte— rectifico una vez más, aguda.
— ¿Quieres que me quedé a dormir en tu casa? — volví a hacerme la tonta. Fingiendo no entender el significado de sus palabras. Ya se me hacía raro que no me diera un sermón.
— No me refiero a eso, lo sabes — dejo la taza con un golpe sobre la mesa, como para darle más seriedad al asunto — Las flores de la oscuridad sólo encuentran paz en ella. Recuérdalo Mari.
ESTÁS LEYENDO
🔫Shadows [Dazai] 0.1
FanficEn mi primera vida fui cruelmente degollada. Asesinada sin motivo, cuando cerré los ojos estaba cayendo al mar, cuando los volví a abrir era un bebé. Trece años tomó para aceptar que habia renacido dentro del mundo de Bungou stray dogs. ¿Podré sob...