Shot #2

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Tsuna no ha visto a Reborn durante todo el día. Lo cual, en realidad, no debería ser raro.

Reborn también tenía sus propios asuntos. Lo sabía. Y aunque ya no era su tutor, Tsuna lo consideraba una especie de compañero, si podía llamarlo así. Por eso era raro no verlo a la hora del desayuno y si se hubiera ido, debió al menos avisarle.

Tal vez él ya no era su estudiante, pero Reborn vivía en la mansión Vongola, junto con todos sus guardianes y él. Trabajando juntos con todos ahí. Desde hace 6 años, cuando terminó la universidad, junto con todos sus guardianes se habían mudado a Italia. Por supuesto que Reborn los había acompañado, ahora con la apariencia de un chico de 16 años.

Pero sentía que iba a pasar algo hoy, más de la pequeña discusión que habían tenido ayer.

Después de todo su super-intuición nunca fallaba, naturalmente. Por eso debería preocuparse, al menos un poco.

Tomó un descanso de sus pilas y pilas de papeles y salió de su oficina.

Primero se encontró con Gokudera. Como siempre organizando y apoyando a los jefes de las demás ramas en la familia, gritando y afirmando que cualquier mínimo error podría llevar al fracaso a la mafia más importante del mundo, por supuesto que exagerando de nuevo.

"¿Has visto a Reborn?" pregunto Tsuna con su usual sonrisa. Sorprendiéndolo.

"¡Ah! Décimo, no me asuste de esa forma." dijo volteando a verlo. "Pero no, no lo he visto en todo el día. ¿Quiere que lo busque? ¿Le mando algún mensaje de su parte?" Se ofreció rápidamente.

"No, no es necesario, gracias." Se negó amablemente, era un asunto que debía tratar él exclusivamente.

"No me agradezca si no he hecho nada, le avisaré si lo veo."

"Será de mucha ayuda." Y salió del cuarto para continuar con su búsqueda.

Decidió buscarlo en los jardines, tal vez esté dando un paseo. Sólo se encontró con un Lambo completamente dormido debajo de un gran árbol, pero sin ningún indicio de Reborn pudo estar ahí. No quiso despertarlo y lo dejo estar. Después, siguió su camino hasta el dojo. Al otro lado del jardín.

Dentro de la estructura japonesa estaba Yamamoto, vestido con ropa tradicional con una espada de madera a su lado, mirándose concentrado y serio...

"Hola." saludo para llamar su atención. Ya que no parecía haberla notado.

"¡Tsuna! ¡¿Qué hay?!" dijo animadamente regresando su saludo. Él sólo pudo sonreír por la respuesta.

"Oye, ¿No has visto a Reborn?" preguntó finalmente.

"Mmm, no que yo recuerde, ¿necesitas algo, Tsuna?" dijo un poco más serio, tan servicial como siempre.

"No, sólo quiero decirle algo, de todas formas gracias." explicó.

"Está bien, ¡nos vemos en la cena!" comentó, después de todo la pequeña regla que tenían era desayunar y cenar juntos. La comida sí la tomaban por separado, pero era realmente bueno ver a toda su familia al iniciar y al finalizar el día. Era realmente reconfortante.

𝓞𝓷𝓮-𝓢𝓱𝓸𝓽 [27𝓡]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora