Continuación de A 3 metros sobre el cielo y Tengo ganas de ti - Federico Moccia

Tu y yo contra el mundo.

Ha pasado el tiempo, Stefan ya está por cumplir dos años. Es tan bello, saludable, tan vivaz como su mama. Corretea por todos lados. Es un placer poder mirarlo. Babi ha terminado su carrera de derecho y ahora ejerce en una prestigiosa firma como abogada ambiental, estoy tan orgulloso de ella. Ha compaginado primero el estudio, después el trabajo con la maternidad. Solo ella, mi niña valiente es capaz de hacerlo de esa manera.

Yo, sigo en el canal. He logrado hacer carrera y ahora dirijo todo el departamento de arte. No he vuelto a ver a Ginevra, después de que le conté que seguía amando a Babi, ella siempre lo supo en el fondo. Pero no dudo en apoyarme cuando supo que Stefan venia en camino, a pesar de su amor hacia mí, se alejó. Sé que está en el extranjero haciendo carrera como bailarina. Le va bien , ella se lo merecía.

Hemos comprado la casa del acantilado, es nuestro rincón en el mundo. Es donde somos lo que realmente queremos ser. Es el lugar donde hace años soñamos con formar una familia y lo estamos logrando.

Babi es increíble, la veo jugar en la playa con Stefan el corretea detrás de una pelota y ella lo sigue. Los rayos del sol iluminan su rubia cabellera, le da un halo angelical. Su risa, esa risa tan suave, esa alegría que en el algún momento lejano pensé perdido, han vuelto a mi vida para iluminarlo todo y ahora es para siempre.

Ella me mira sentado, sobre la manta y viene corriendo, mientras Stefan se queda jugando con su tio Paolo que vive babeando por su único sobrino.

Se acercar y me besa, de esa manera en que solo ella lo sabe hacer. De esa manera que a pesar del tiempo sigue tan intacto de deseo y amor.

- En qué piensas - dice mirándome a los ojos.

- En que ahora y por siempre seremos "Tu y yo contra el mundo"

Nos besamos una vez más, llenos de felicidad y de amor.