Mil Tormentas// Juan Pablo Villamil// Morat

cap 20

Maratón: 1 de ?

Lunes

Estaba en el descanso hablando con Elena y Martín mientras el resto del grupo hablaba de cosas tribales

- ¿Si vieron la cara de los de once cuando dijiste el tema y como iba a ser todo?. Dijo Elena

- Si, todos estaban súper felices. Dije Martín

- ¿Si?. Pregunté mientras desenvolvía mi sándwich

- ¡Claro que si!. Exclamó Martín gritando

- Shh, no grites. Dije yo

- Mira quién viene por ahí. Dijo Elena con voz pícara y elevando sus cejas

Mire disimuladamente hacia la dirección que señalaba, un Villa corriendo con un helado en la mano hacia nosotros me sorprendió

- Un helado de cereza para la princesa. Dijo arrodillándose a mi lado

- Gracias. Dije mientras lo abrazaba fuertemente y le daba un beso en la frente

- ¿Solo eso?. Dijo haciendo un puchero

- Los besos en la frente no se le dan a cualquiera. Dije antes de robarle un pequeño y tímido beso en los labios

- Bueno, me conformo con eso. Dijo sonriendo

- Más re vale. Dije elevando mis hombros y hechandome a reír

- Par de tortolitos, disculpen arruinar su momento pero están haciendo toda una escena. Dijo Martín

- Martín tu siempre tan oportuno. Dijo Villa dándole un pequeño golpe en la nuca

- Auch. Dijo Martín quejándose y sobandose el área "afectada"

- No seas exagerado enano, nos vemos más tarde hermosa. Dijo Villa antes de irse

-  WOW, ¿que se traen ustedes dos?. Pregunto Elena

- Te voy a contar todo pero debes prometerme ni gritar, ¿de acuerdo?.

- Lo juro solemnemente. Dijo levantando su mano a modo de promesa

Le conté todo con lujo de detalle, desde el finde de semana que comenzó todo, gracias a Martín por haberme inscrito al concurso, hasta la apuesta, y la razón por la que ahora tenía un helado de cereza en mis manos, y nuestra cita del día anterior

- NO ME JODAS, ¿EN SERIO?. Gritó Elena provocando casi dejarnos sordos a Martín y a mi y que todos los que se encontraban cerca se girarán a mirarnos

- Te dije que no gritaras. Dije intentando tapar mi cara con una mano

- Lo siento, es que WOW, a quien, a parte de a tí por supuesto, le pasó eso, osea tú crush siente cosas por tí y me pretendes que yo no grite, además te dijo su saco, ignoro a una chica y te trajo un helado de tu sabor favorito y dios yo no me puedo creer esto, eres la chica con más suerte que conozco. Dijo de golpe casi sin respirar

- Elena, relájate. Dije riendo

- Cómo si tú estuvieras tan relajada con esa situación. Dijo Martín provocando que le pegara muy fuerte en el brazo

- Callate. Dije rodando los ojos

- Oye pero que sensible estás últimamente. Dijo sobando su brazo. - Al parecer hoy es el día de "golpea a Martín". Dijo haciendo comillas con sus dedos y torciendo sus ojos

Lo que quedaba del descanso nos la pasamos de temas tribales mientas yo me comía el helado que me había dado Villa.

El día escolar por fin había terminado y nos encontrábamos terminando de arreglarnos para salir del salón

- ¿Lista?. Pregunto Martín a mi lado

- Sip. Dije acomodando mi mochila

- Vamos. Dijo comenzando a caminar

Mi verdadera sorpresa fue ver a Villa esperándonos en la puerta

- ¿Que haces aquí?. Pregunté cuando llegue a su lado

- Venía a buscarte, pero si quieres me voy. Dijo haciendo el amague de irse

- Claro que no. Dije tomándolo por la cintura

- Chicos como odio ser el mar tercio voy a adelantarme. Dijo Martín empezando a caminar más rápido pero refunfuñando, mientras Villa y yo reíamos

- ¿Te gusto el helado?. Dijo pasando su brazo por mis hombros

- Demasiado, muchísimas gracias. Dije sonriendo mientras caminaba a su lado

- Eres genial. Dijo de repente. - ¿Este fin de semana te gustaría ir a almorzar a mi casa?

- Me encantaría, te confirmo cuando hable con mis papás.

- Listo, el sábado a las 12 entonces.

- Aún no sabes si mis papás me van a dar permiso.

- Soy yo, cómo no te lo van a dar. Dijo con su típico ego

- A veces me caes mal.

- ¿Porque?. Dijo poniendo una mano en su pecho supuestamente "dolido" por lo que acababa de decirle

- Porque te pones demasiado egocéntrico. Digo elevando mis hombros

- Sabes que te encantó. Dijo cuando estábamos en la puerta de la ruta

- Ahí está de nuevo ese ego. Digo torciendo los ojos mientras entraba a la ruta y tomaba asiento al lado de Martín