Mi vida no solia ser interesante, nunca tenia nada nuevo que contar, pero despues de aquel dia ahora mis dias son distintos, cada día siento que estoy cada vez un paso mas cerca de la locura. Yo no creía en fantasmas, ni demonios, pero esa vez, me mato la curiosidad y terminé jugando a la ouija, entre risas y bromas, algo del mas allá se quedó conmigo.
Después de 5 noches de ruidos extraños, Eso, se hizo presente, Esa sombra sentada en el borde de la cama que al sentir que había despertado me "miro", una sonrisa blanca apareció en su boca antes de esfumarse, cada noche era lo mismo, pero un día en vez de esfumarse, se acercó y acaricio mi mejilla. Me guío fuera de la cama, sus caricias se sentían como un soplido fresco y haciéndome girar sutilmente como si estuvieramos bailando me dijo -eres la luz que tanto anhelo poseer-.
Desde entonces cada noche me siento feliz, me protege mientras duermo y mientras las noches pasaban, yo me sentia bien cuando sentía su obscura presencia y hoy puedo admitir que me enamore de la sombra de mi cuarto.