Me Enamoré De Mi Mejor Amigo (PAUSADA)

Capítulo 3: La Fiesta

Estoy con Rosa en mi habitación mientras ella me mira enojada y yo solo me río, fuimos invitada a la fiesta de cumpleaños de Dylan, un chico de la universidad con el cual yo tuve algo cuando entramos, al principio no quería ir pero las chicas insistieron tanto ya que desde lo de mi tía no quería salir mucho, tenía como 3 semanas que era solo universidad, trabajo y casa en lo que se basaba mi rutina así que decidí aceptar la invitación y aquí estamos, preparándome para ir a la dichosa fiesta esa. Rosa vino para según ella: verificar que no cambiará de opinión y me vistiera decente, por eso está enojada ahora mismo. Llevo puesto unos jeans con un suéter que según ella no es un atuendo aceptado para una fiesta. Ella lleva puesto un vestido azul oscuro con escote profundo y vuelo de bailarina con unos zapatos negros en combinación con su bolso de mano y pelo suelto.

—¿Es que a caso no tienes ropa?— pregunta ella mientras se sienta en mi cama, yo pongo los ojos en blanco —¡Algo mejor que eso debes tener!

—Esta bien, por mi paz mental y por la tuya me voy a cambiar— digo buscando otra cosa en mi clóset —¡Que si te da algo, dirán que es mi culpa!

—¡Perfecto!, Busca algo lindo y sexy que uno nunca sabe a quién se encuentra.

Encuentro un short negro que me regaló Arleem hace meses y decido ponerme ese, con una blusa tipo camisa rosada con cuello, agarró mis zapatos de tacón alto negros y mi chaqueta. Entro al baño, me cambio de ropa y salgo.

—¡Ves, no costaba nada cambiarse!— dice poniéndose de pie y caminando hasta a mí para arreglarme el cuello de la camisa.

Escuchamos el timbre sonar como loco y nos miramos para echarnos a reír, sabiendo que esas son las chicas. Me imagino que Liss o mamá les abre y escuchamos los tacones por la escalera y al segundo mi puerta es abierta dejando ver a Esther que tiene un vestido de fiesta rojo, que llega hasta más arriba de sus rodillas, unas zapatillas de plataforma blancas, detrás de ella entra Sophia que lleva un enterizo corto color blanco de bolsillos al frente con unos zapatos amarillos en combinación con su bolso. Y por último entra Arleem con una falda mini de brillos plateada con una blusa transparente color salmón y unos zapatos negros de tacos altos. Cada una con su pelo suelto y maquilladas para la ocasión.

—¡Waoo!¿Dónde es la pasarela?— digo —¡Están increíble chicas!.

—¡Y eso que tú pensabas ir como una encontrada en la calle!— me dice rosa riendo.

—A ver qué no era para tanto, exagerada— digo y me siento frente al espejo para ponerme un poco de polvo y lápiz labial.

—Dejame adivinar— dice Arleem mirando a Rosa —¿Pensaba ponerse unos jeans con algún suéter feo o un abrigo?

—¡Si!, Ella está como loca— responde Rosa.

Todas nos reímos por la expresión de exasperación y disgusto que Rosa pone. Me suelto la cola que tenía y como están un poco rizados los dejo así mismo. Agarró una cartera negra y entro mi identificación, celular, llaves de casa, el regalo de Dylan que pensaba dárselo en la universidad, pero ya que voy a la fiesta lo entro en la cartera y mi labial. Agarró mi chaqueta y le digo a las chicas que ya podemos irnos. Cuando llegamos a la sala nos topamos con Liss que está viendo una película con Alex.

—Están muy lindas chicas, pero por favor no lleguen tan tarde— dice mirándonos en papel de madre oso.

—Créeme no pasaremos de las 2, máximo las 3. Todo depende de qué tal sea la fiesta— dice Esther.

—¿Mami se acostó ya?— pregunto a lo que ella asiente.

Nos despedimos y Esther camina hasta el carro y entra en el asiento de piloto, yo entro en el asiento de copiloto, mientras Arleem, Rosa y Sophia van en el de atrás, prendo la radio y vamos escuchando cualquier cosa mientras nos dirigimos a la casa de Dylan.