🚫Contenido suculento de nuevo! Jaja Si ya saben lo que escribo pa' que me leen.
♤ ♤ ♤
La relación con tu marido, el famoso modelo coreano Kim Namjoon, había comenzado a caer en picada los últimos meses.
La diferencia de horario debido a sus empleos tan demandantes (también eras modelo) implicaba que la mayoría del tiempo se encontraban en ciudades distintas. O las pocas veces que lograban coincidir, estaban demasiado cansados como para prestarse atención el uno al otro.
Del sexo, ni hablar.
Era una de las cosas que más extrañabas de Namjoon. Y no es porque fueras una desalmada a la que sólo le interesaban los placeres carnales, no.
El sexo con Namjoon era una experiencia liberadora, casi sanadora, una cura para el ama.
Se trataba de un acto de placer, por supuesto, pero siempre sobraba el amor y del más puro.
La forma de amar de Namjoon trascendía las palabras.
Sin embargo, dormir sola ya se había vuelto una rutina bastante común para ti. Al principio añorabas el calor de su cuerpo en tus sábanas, que tomara tus manos al acostarse, o que te acercara hacia su pecho en mitad de la noche.
Pero con el tiempo, cada vez que sentías su presencia a tu lado, las ganas de abrazarlo no eran tan fuentes como las que tenías de empujarlo de la cama.
La rutina los había consumido como el fuego y los dejó hecho cenizas.
Por eso tu corazón se partió en mil pedazos cuando mutuamente plantearon la idea de separarse. Era desgarrador pero no podían seguir fingiendo, ya no eran esposos, ni amantes, se habían convertido en simples compañeros de cuarto.
Pero aquello no significaba que no lo amaras, de hecho seguías haciéndolo y mucho.
Y mayor fue tu dolor cuando notaste que lo suyo era recíproco con solo ver el mar de lágrimas que se deslizaba por las preciosas mejillas de tu esposo.
En ese momento se abrazaron fuertemente, su aroma relajando y transportándote al momento en que se habían conocido en la Facultad de Arte.
Estabas en segundo año de tu carrera cuando una amiga de la Universidad te había retado a enviarle nudes anónimos a algún compañero de clases.
La lógica te decía "no lo hagas", pero tu espíritu animal insistía con que te arriesgues en aquella aventura.
Y la lotería de la vida quiso que el destinatario de tu foto sea el chico alto y guapo que siempre te sonreía al entrar a clases.
Kim Namjoon.
Casi te ahogaste con kimchi cuando después de unas horas contestó a tu atrevida foto de pechos al viento con una suya, donde podías ver sus muslos al descubierto y su mano tapándole la entrepierna.
Y así fue su bizarro y emocionante comienzo.
Luego de un tiempo de continuo intercambio de fotos y charlas sobre filosofía y arte a la madrugada, no dudaste en revelarle tu identidad. Namjoon quedó realmente sorprendido cuando descubrió que los pechos detrás de aquel perfil falso de Twitter, eran tuyos.
Y sin más preámbulos se enamoraron, se casaron y casi se divorciaron.
Pero aquí seguían, todavía juntos.
