Habia despertado, trabajar tanto para tener el mejor grupo de The Loud House era agotador, no me acuerdo a que hora llegue a este hotel... no me acuerdo cuando tuve que compartirlo, con ella.
Mirando de reojo podía observar el camisón abierto, mostrando la parte que más resaltaban de sus perfectos redondos senos.
Cada vez le prestaba menos atención a lo que decía y estrujaba con mucha desesperación las sábanas que cubría su cuerpo, tratando de no soltar sus deseos de poseerla.
Su respiración se volvía débil y temblorosa, sus labios estaban tan húmedos y rasgados por las pequeñas mordidas de deseo que se daba ella misma, poco a poco sentía que las gotas de sudor inundaban su cuerpo haciendo que las ganas se volvieran mas intensas.
Giró levemente hasta poder observarla completamente, extendía su mano hacia los labios de aquella chica para poderle callar y lo hacía con una lentitud que la desesperaba; con timidez logró posar sus largos y delicados dedos sobre los labios carnosos de aquella Chica.
Mary Sonrojada y con una voz muy suavecita logró soltar una ligera y tímida pregunta - ¿Qué sucede? -
Colorándose, Jenny se acercaba con temor a esos labios que deseaba acariciarlos suavemente con los suyos; al no notar ninguna reacción de oposición de la Chica, continuó con su objetivo.
Sintiendo la respiración cálida y temblorosa de aquella hermosa chica, Jenny decidió posar sus labios en ella.
Mary respondió al beso, entrelazando sus tiernas y cálidas lenguas, comenzando a sentir pequeños cosquilleos en su vientre.Jenny con mucha delicadeza comenzó a recorrer su caliente cuerpo con sus labios, bajando y llegando a esos pechos que la enloquecían; tomó sus pezones con delicadeza entre sus suaves llemas de los dedos, frotándoselos y haciendo que ella llegara a complacerle.
Pequeños sonidos de placer soltaba Mary al sentir la caricia sobre ella, deslizando sus pequeñas manos sobre la espalda de Jenny, comenzó a quitarle delicadamente esa pedazo de ropa que prohibían el ingreso de sus manos sobre esa piel tierna.
Separándose un poco de Mary, Jenny comienza a desprenderse de toda su ropa, quedando al descubierto su delgado y perfecto cuerpo; Mary al deleitarse de tanta belleza, la presiona hacia ella haciendo que un ligero escalofrío recorriera completamente el cuerpo de Jenny, ésta comienza a terminar de despojarla de toda su ropaje quedando completamente desnuda.
Ambas al verse en la posición en que habían quedado, mirándose fíjamente y recordando momentos en donde parecía que pasaría esto, expresiones en sus rostros delataban la timidez que sienten al estar asi.
Mary busca la mirada de Jenny, sostiene sus manos sobre el rostro de ella y la lleva a sus labios, logrando un profundo beso con mucho placer en ambas, deseos ocultos fueron encontrados en ese momentos, miradas dulces intercambiaban y las sábanas cubrían el pecado que las hacía llegar al cielo con solo pensarlo.
Gemidos y sudor guardaban las cuatro paredes de esa habitación, excitación y placer hacían un paraíso en la cama. Jenny recorría el pequeño vientre de la joven llegando a la parte mas esperada, la parte mas deseada, la parte que no la dejaba tranquila por las noches; esa parte sería suya en ese instante, en ese momento; en su mente solo pasaba pensamientos de alegría, pequeños mordiscos hacían que Mary llegara a una excitación única; colocando sus largos dedos sobre esa parte húmeda y muy caliente; poco a poco comenzó a profundizar y haciendo que Mary mordiera sus labios de sus deseos reprimidos.
Mary comenzó a dar mordiscos en los grandes pechos de Jenny, suavemente acariciaba su cintura perfecta, provocando una ligera humedad en ella, llegando a un punto de placer que la satisfacían en lo absoluto, tratando de no lastimarla comienza con el mismo procedimiento que ella había ya hecho; apoyándola sobre la cama, baja mirándola con una sonrisa pícara y enloquecida. Posa sus labios sobre esa parte húmeda, rozando sus labios tiernos y mojados, su excitación comienza, comienza lo que siempre quiso sentir, lo que añoraba que ella lo hiciera, lo que ella hiciera fuera especial y muy complaciente, complaciente al máximo.
Los segundos pasaban, se volvían minutos y sus cuerpos se volvían uno, sus pares tan suaves y lujuriosas comienzan a chocar.
Un ligero sonido muy débil se escuchó entre las sábanas, un sonido agudo y perturbarte rompían el contacto entre ambas, el sonido era infinito e indetenible.
El brazo de Mary se extendía para poder parar dicho ruido.¿Bueno? - Contesta agitada. - Entiendo,Tranquilo, estare ahí lo mas rapido Corazon, si. Ok, nos vemos. uh? Yo también te amo - Esta conversación fue un brusco fin para el momento de deseos que se juntaron en esa habitación.
Mary tímidamente se sienta al borde del colchón, busca alguna vestimenta y sin voltear se retira al baño ignorando quien posaba en la cama.
La joven se da cuenta de la realidad a la que vuelven, sale de las fantasías mas excitantes y toma su Celular.
Presionando fuertemente la pantalla, trata de escribir y describir lo que vivió pero las palabras quedan cortas para tanto placer, para tanto sentimiento.
¡Eres una mala influencia! Esas voces le recorrian la conciencia, ¿Que pensara mi hermano Diego de esto? Ella el solo pensarlo sentia miedo de la respuesta.
Situaciones y circunstancias, realidad y fantasía, deseos y deberes; juntos en ella misma, no comprendía la injusticia a la que se enfrentaba. Amar, ¿Amar? se preguntaba ella ¿Será posible?. - Esa pregunta rodeaba su mente.Jenny se limpia la cara evitando pensar todo esto, con su vestimenta ya puesta decide irse de aquel lugar donde fue tan apasionante; abre la puerta viendo el exterior, viendo la realidad, sintiendo el deber y adecuándose a las circunstancias de su forma de vida; continúar, seguir adelante.
Mary al salir ve su telefono vibrar, de este solo observaba un mensaje, solo sus ojos explicaron como se podía sentir.
- ¿Qué pasó? lo que hicimos no puede repetirse ¿Esta mal? tenemos pareja, ellos no pueden enterarse ¿Por qué dejó que pasara? por aun asi, siento mariposas cuando te veo ¿Qué quiere? Dejame ir- Preguntas de Mary se respondia con la nota de aquella amiga, pero aun asi no podia encontrar lo que ella sentia Simplemente no lograba encontrarlas.
Cerrando con una llave del hotel, dejando atrás esos roces, ese calor humano, ese calor de excitación; da por terminado dicho suceso, la cual jura no se volvera a repetir.