Esa misma tarde, un número que no tenía registrado me había mandado un whatsapp.
Era una niña que juraba que era mi mejor amiga.
La verdad ni idea de quien era, al final se resignó y dejó de reclamarme.
Por la noche de nuevo me llegó un mensaje, creí que era la misma niña y estuve a punto de ignorarlo y apagar mi teléfono.
"Hola, ¿te acuerdas de mi?
Soy Jake."Decía el mensaje.
Y entonces mi corazón dió un vuelco y el teléfono cayó de mis manos.