Amortentia

¿A que huele el amor?

Disclaimer: los personajes e historias de Kuroko no basket y Harry potter no me pertenecen y sólo los uso con fines de entretenimiento.

14 de diciembre.

—¿Que hace ahí? —dijo el rubio su lado.

—¿Quién?

—Furihata, quien más?

El pelirrojo dejó de mirar con desinterés los altos techos de la biblioteca y miró el rincón más alejado junto a un amplio ventanal que daba al valle: un castaño de cabello alborotado con corbata a rojo y dorado leía atentamente un grueso libro de apariencia antigua. Sus cejas estaban juntas y sus labios apretados, sus pequeños iris marrones se movían velozmente sobre las lineas como si devorara las hojas.

—Vamos a ver —dijo con una sonrisa maliciosa, Kise sonrió y lo siguió.

El castaño parecía ajeno a cualquier cosa que no fueran aquellas hojas, la biblioteca estaba desierta a esas horas de la mañana de domingo, incluso ellos dos sólo estaban ahí porque querían pedir un libro y largarse.

—Oye perdedor.. Siempre solo eh?

Al fin alzó sus ojos primero curioso y luego asustado, el temor dio paso al coraje.

—Que quieres Akashi?

—Solo quería mostrarle a Kise lo que hace un imbécil solo en un domingo. —El rubio rió y Kouki apretó los labios con ira mientras lo observaba.

—Si estás tan desocupado deberías prepararte para la lección de mañana en lugar de molestar a otros o perder el tiempo con estudiantes por debajo del promedio.. —dijo velozmente con una mirada desafiante.

Touché.

—Oye! —chilló él con las manos apretadas a cada lado, Akashi pasó un brazo por delante del rubio y le guiñó su ojo dorado al castaño.

—Diviertete con tus libros.. Sangre sucia.

...

Se sentó frente al lago negro con la cabeza sobre las rodillas, había pedido prestado un antiguo libro del alquimista Nicolás Flamel pero no podía pasar de la primer hoja, la molestia hacia aquellos slytherin bullía en su estomago como acidez. Se abrazó las piernas y vio el amplio horizonte bordeado de pinos y césped con escarcha por el invierno. Su suspiro salió volando como vapor.

—Furihata!  —Miró sobre su hombro y vio a otro compañero de gryffindor acercarse corriendo— te estamos esperando, que haces aquí?

—Lo siento Kagami kun.. Estaba distraído.

—Pues vamos que Takao se va a aburrir de esperar.

Metió el libro en su mochila y se encaminaron al otro lado del Lago, a Hogsmeade.

Takao los esperaba frente a la tienda Zonco de bromas, el castaño tragó saliva al notarlo.

—Kagami, Kouki! donde andaban?

—Es que Furi estaba mirando al calamar.

—Nunca vi al calamar —se quejó el castaño e hizo un gesto hacia el Bar las tres escobas— entramos? Hace frío.

Kagami y Takao pidieron hidromiel mientras que el castaño pidió jarabe de cerezas, le dio un largo sorbo antes de suspirar.

—De todos modos.. Qué hacías solo en el lago, Kouki chan? —preguntó el de Ranvenclaw.