Capitulo 1

49 5 21
                                    

Caídos 1 el fin de los tiempos.

La gran caída dió paso al fin de los tiempos. Una legión de ángeles descendieron desde los cielos y cayeron en la tierra para castigar a la humanidad por todos los pecados cometidos. Éste sería el comienzo del apocalipsis.

Tomaron las cuidades más grandes y se apoderaron del mundo velozmente. Recuperando asi lo que, desde un principio, debió ser de ellos. Pero pronto como la mayoría de personas llegaban a su fin, los angeles perdieron el interés por cumplir su meta'. Lo que le dió tiempo a los sobrevivientes de construir campamentos y refugios.

Mara Morgan, sus hermanas menores y su padre-Jake- lograron sobrevivir formando parte del campamento 44. Su hogar dependía de la caza, pesca y cultivación que los mismos humanos sustentaban' con esfuerzo.

En esa última semana la cosecha había sido fructuosa y no habían tenido bajas de muertos en un buen tiempo. Era razón suficiente para celebrar.

Mara era la encargada de la casería de conejos, de hecho se le daba bastante bien. Aprendió a hacer trampas con palitos y cuerda en la primaria. Hasta hace poco pensaba que lo que había aprendido en aquel tiempo era inútil.

El día era perfecto. Las nubes se incendiaban con colores del atardece, el viento cálido del oeste le hacía volar el cabello.

En 37 minutos consiguió atrapar 5 conejos.

Se sentó sobre una roca y contempló el color de las nubes.

De pronto, percibió humo gris en el cielo. Brotaba desde abajo en dirección al campamento y subía rápidamente.

Los escalofríos llenaron la piel de sus brazos, intuyó' al instante que algo estaba mal. Y, cómo si ese algo leyera su mente, un par de cañonazos se escucharon a lo lejos. Decidió esconder los conejos en un tronco hueco y correr hacia el campamentos . Mientras más se acercaba los sonido se iban incrementando, los gritos de las personas aterradas y un arma siendo disparada.

Ya cuando se encontraba a unos poco metros, logró divisar el campamento lleno de gente. La mitad eran humanos pero los otros eran angeles. Exactamente, ángeles guerreros encargados de la exterminación humana. Lo sabía por sus trajes totalmente negros y sus alas de colores perlados.

Se escondió detrás de un arbusto al sentir miedo. ¿Ahora qué podía hacer? ¿Su padre en dónde estaba?

Apartó unas ramas para poder ver mejor  el campamento, se adentro más en el arbusto asegurando que nadie la viera y se acostó sobre su estómago. Pudo ver que los Ángeles llevaban a la gente en fila por el campamento hasta unos camiones militares. Separaban a los niños de los adultos.

Apresuradamente buscó entre la gente a sus hermanas. Logró ver a Khloe y Katie haciendo fila para entrar al camión más cercano. Ambas sostenían sus peluches de conejo Katie llevaba el azul y Khloe el blanco. Su corazón se partió el ver sus caras de temor y sus lágrimas llenándoles las mejillas.

¿Qué se suponía que tendría que hacer? Estaba claro que no podía dejar a sus  hermanas, y su padre no aparecía por ningún lado para pedirle ayuda. Aunque tampoco podía. Definitivamente estaba en problemas.

Intentó cabilar sus opiniones y le parecieron tan escasas. No podía mentirse a si misma, claro que tenía miedo. Estaba aterrada. No quería morir o que se llevarán a su familia a la cuidad celestial. Pero su escuálido cuerpo no aguantaría un combate con los Ángeles y por sobre todo porque no sabía pelear. Se había criado en los suburbios y en clases de canto desde los ocho años, ahora tenía 19 y ningún tipo de experiencia en defensa personal. Solo sabía llorar y un montón de canciones de Adele. No iba a ir y enfrentarlos gritándoles rolling in the deep en la cara.

Caídos (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora