||Adorada niña||

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Seul, Corea del Sur. Jueves 16 de Mayo del 2019.

La chica de cabello negro iba sacando la ropa del clóset que compartía con su novio, pensando en todo lo que habían pasado esos últimos años de noviazgo con Jungkook, ambos habían logrado alcanzar sus sueños. Ella como una maestra de danza en un instituto privado y el como luchador de artes marciales mixtas, ambos tenían una vida buena con salarios aceptables, tenían pensado casarse a los veintiocho años, sin embargo a pesar de ser una sorpresa total, su embarazo fue bien recibido por los dos y por todos los demás y a sus 23 iban a ser padres de una niña hermosa. Lisa en ese momento tenía siete meses, y el bulto en su estómago era adorable. Pero había algo que perturbaba a la joven madre, desde hace unos días un presentimiento de que algo terrible sucedería le carcomia por dentro, le aterraba pensar que ese presentimiento afecte de cierto forma a su adorada niña a la cual esperaba con ansías, incluso trato de convencer a Jungkook de que se de un tiempo de las luchas por miedo a que algo le suceda. Así de terror tenía, pero como era de esperarse Jungkook no le hizo caso y su temor aumentó aun más cuando la cantidad de infectados del virus aumentó en Seul y ellos tendrían que ir a Busan el viernes para la boda de su cuñado. No quería exponerse de esa forma, pero estar lejos de Seúl unos días tal vez la calme, además no podían faltar a la boda Jungsoo, pasaría tiempo con sus amigas y Jungkook, eso era más que suficiente para que ella pudiese relajarse.

—¡Ya regresé!– grito Jungkook entrando a la casa. Se quitó los zapatos y dejo su bolso de gimnasio en el piso.

El chico paso directamente a la cocina para servirse un vaso de agua y caminar hasta el sofa. Lisa salió en ese momento del pasillo para encontrarse con su novio, camino hasta el y le planto un beso en la mejilla.

— ¿Como estuvo el entrenamiento?— preguntó la pelinegra entrando a la cocina para comer algo.

El chico fue y se tiró al sofá de la sala, prendió el televisor y se quedo embelesado con las noticias antes de responderle.

— Estuvo duro, como siempre–hablo acariciando sus nudillos magullados— Un niño se acercó a pedirme una foto hoy.

Le dijo contento el chico. Jungkook debutó hace poco ante el público en la división de peso ligero y estaba obteniendo popularidad rápidamente.  Su físico atractivo lo hacían muy popular para las mujeres, a pesar de que el tenía ojos solo para una y su sonrisa de conejo volvía su rostro amigable y daba confianza a los niños.

Lisa se acercó a el con dos platos de sándwiches de queso y se sentó a su lado, dejando los platos en la mesa de madera frente ellos. Jungkook pasó un brazo por su cintura y apoyó su gran mano al costado del bulto de su estómago, acariciandolo.

— ¿Estas feliz porque te están empezando a reconocer? el chico asintió.

— Significa que estoy haciendo bien mi trabajo.

Lisa alcanzo su otra mano y entrelazo sus dedos con los de el, observando sus nudillos magullado.

—Jungkook- ah- habló la chica alzando su cabeza de su pecho. Jungkook la miro– Sabes que apoyo tu carrera, pero de verdad me gustaría que no te  exigieras tanto.

— Lisa..

— Lo se, lo se. Pero entrenar más de cuatro horas ¿No crees que es demasiado? Solo no quiero que nada te ocurra. No se que pasaría si...– el chico se alejo de ella y colocó sus dos manos al costado de la cara de la joven.

— No me pasará nada, no podría permitirme que algo me pase cariño, no cuando aún tengo mucho que vivir contigo y el bebe- dijo lo último acariciando su estómago— Jamás te dejaré sola amor.

Lisa asintió y se abrazo a él.

—Tengo miedo Jungkook, siento que las cosas están por salirse de control–El chico lo miró sin entender—Llámalo sexto sentido o intuición de mujer embarazada, pero creo que algo ocurrirá, algo muy malo y solo no quiero que nada te pasé, ni a ti ni al bebé, ni a nuestros amigos.

VIRUS《BTS & BLACKPINK》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora