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Había pasado algo de tiempo desde lo sucedido en la casa de Hongjoong.

Seonghwa no se había esforzado en acercarse a Hongjoong y a pesar del obvio rechazo, el peliblanco seguía dejando una taza de té sobre su escritorio, con la esperanza de que hubiera un cambio, pero cuando llegaban a cruzarse por los pasillos Seonghwa actuaba como si no lo conociera, lo evitaba como si fuera una peste y aquello comenzaba a molestarlo.

La necesidad de querer acercarse al pelinegro realmente lo frustraba, no entendía porque su cerebro tenía tanta insistencia con mantenerlo cerca, sabía que Seonghwa no quería tener ningún tipo de contacto con él y comenzaba a sospechar que ya había recordado el beso que ahora los había puesto en una situación incómoda.

Las únicas veces que Hongjoong podía ver a Seonghwa sin remordimiento, era a través de su cámara y quizás por eso quería permanecer todo el tiempo en el set de modas, para verlo tanto como quería.

Por otro lado estaba Seonghwa, demasiado enfocado en su trabajo como para fijarse en otra cosa, el interés por terminar todo para la fecha limite era su prioridad en esos momentos y a pesar de tener trabajo hasta los dientes aquello le hacía sentir bien, lograba tener la cabeza ocupada y eso ayudaba a que no pensara en cosas que lo lastimaban emocionalmente, aunque había ocasiones en que las voces tiraban todo abajo para atacarle con las palabras que su madre había dicho, provocándole una ansiedad terrible que le hacía morderse las uñas y pellizcarse la muñeca en busca de regresar a la realidad para no perderse en la miseria.

Seonghwa salió del trance en el que estaba metido cuando la clase de dibujo y figurinismo terminó. Miró a todos los estudiantes salir y cuando queda solo, comienza a juntar sus pertenencias para salir también, siguiendo el camino hasta el set de moda.

Se sobresaltó cuando sintió un brazo rodearlo por los hombros, dejando de ver la pantalla del celular para saber de quien se trataba dispuesto a empujar a esa persona, tranquilizándose al percatarse de que se trata de Mingi.

— el chico que me gusta me invitó a cenar.

— ¿sí? — pregunta el mayor sin importancia, regresando la vista a las imágenes que estaba viendo para poder inspirarse — bien por ti.

— sí, pero es como una cita doble, no tengo idea.

Seonghwa frunció el ceño mientras seguía con la vista en el teléfono un poco más interesado por lo que Mingi decía — ¿por qué? — Hwa entró al set, dejando de prestarle atención al teléfono para buscar a cierto chico mientras hace el recorrido hasta su escritorio.

— invitó a su amigo — Mingi cruzó los brazos mientras seguía con la mirada lo que Seonghwa buscaba — ¿a quién buscas?

— entonces no es una cita — el pelinegro volteó a ver a Mingi por la pregunta que había hecho, avergonzándose un poco cuando el beso aparece en su mente, ignorando por completo los latidos en su pecho, trató de despejar sus pensamientos moviendo la cabeza, enfocándose en sacar las cosas que necesitaba para trabajar.

— si vas se convertirá en una cita doble — Mingi sonrió por la magnífica idea que había tenido de repente — si insisto en que es una cita, entonces lo será

— debes estar loco, no iré — dice borrando la sonrisa en el rostro del pelirrojo — tengo muchas cosas que hacer — tomó la tela que estaba bordando, volviendo a ignorar a Mingi.

— ¿por favor? — suplicó el pelirrojo, llegando al extremo de hacer un puchero — ¡es mi oportunidad de encontrar a mi media naranja! — dramatizó, soltando un bufido cuando ve a Seonghwa más preocupado del mal trazo que había hecho — ¡eres mi amigo, debes ayudarme! ㅡ se quejó como niño pequeño por la negación de Seonghwa — ¡hyung!, por favor o te doy un beso, tú escoges — tras decir esto, estiró los labios dispuesto a besarlo.

Trastorno Obsesivo Compulsivo|| SeongJoong.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora