Postres amargos

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Las semanas han transcurrido, he aguantado las ganas de escribirle a Camila para ver si ella es capaz de hablarme, y nada ni un modero mensaje. La depresión se ha apoderado de mi día a día, cualquier momento en el que mi mente no esté ocupada es una puerta libre a llorar y sentirme estupida, por tal razón mis clases de conducción son de 8 a 8 donde el único espacio que tengo sola es el almuerzo. Y un así Camila no dejaba de estar presente en ningún momento. Cada día estaba más cerca a terminar mi curso, y me aterraba esa idea pero a su vez tenía que enfrentarme. 
*tres semanas después*
He terminado mi curso y para celebrar mi mamá me invito a comer algo a una pastelería que queda algo cerca al trabajo de Camila... me lleve un postre a casa y en la noche me puse a componer una canción mientras comía dicho postre, subí una foto a mi estado de WhatsApp y oh milagro Camila me respondió
~Camila
Camila: estado foto -amor donde compraste eso?
Lauren: en el Dolphin Mall
Camila: ¡estuviste cerca a mi trabajo!
Lauren: ah si
Camila: y como se llama la cafetería ?
Lauren: uh...no recuerdo, pero si quieres algún día vamos
Camila: siii amor el viernes te parece?
Lauren: claro dale

Ustedes dirán pobre y tonta Lauren ¿que estas haciendo con tu vida? Yo voy a terminar todo el viernes, esa será nuestra última cita, de ahora en más no más Camila.

*viernes*
Me estoy arreglando para ir al trabajo de Camila a recogerla y de ahí a la cafetería, estoy nerviosa porque la voy a ver después de tanto y como no hemos hablado no sé qué pasará.
Me aplico mis ultimas rociadas de perfume y salgo a conseguir mi transporte. Al llegar Camila estaba cerrando y en cuanto me vio me dio una sonrisa y un abrazo
-te extrañe mucho! -dice apretándome más
-y yo a ti - dije rodeándola con mis brazos- pero bueno vamos.
Ella agarró las llaves de su carro y emprendimos la ida, mientras ella manejaba yo la miraba, extrañaría ese rostro, sus finos rasgos, sus suaves labios, esos ojos cafés que quiten el sueño y uff bueno todo pero no puedo permitirme que me trate como si juguete.
Al llegar fuimos directamente a la cafetería, deje que ella ordenara lo que quisiera y yo me limité a un pastel de maracuyá y un café.
-está muy rico mi corazón, muchas gracias
-con gusto
-oye
-dime - dije mirándola a los ojos
-te amo
Esas simples dos palabras hicieron que mi corazón se acelerara tanto que tenía miedo que se saliera, nunca me había dicho que me amaba de cara, y ahora simplemente lo dice, por favor Camila Cabello no juegues...
-yo también te amo- dije disimulando mi sorpresa comiendo un trozo de mi pastel
-te pusiste roja- dijo riéndose
-claro que no
-claro que si
-bueno da igual, te amo - dije firme mirándola a los ojos, sus mejillas rápidamente agarraron un color rojizo - mmm mira ahora quien esta sonrojada
-no es cierto, es el reflejo de mi pastel en el plato
-si claro lo que tú digas - dije riéndome y terminando de comer
Pague la cuenta y acompañe a Camila hasta su carro
-muchas gracias por todo bebe- me dijo abrochándose su cinturón y encendiendo el carro
-Gracias a ti - dije por la ventana, acercándome al para besarla - ve con cuidado
-claro
Me aparte y ella arrancó, busqué un taxi y me dirigí a mi casa, con los audífonos puestos poniendo las canciones que nos habíamos dedicado...Camila este fue nuestro primero y último te amo, de aquí en adelante no te voy a buscar, si me quieres en tu vida me buscarás, yo por ahora me retiro...

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