La maga era nivel 47, y, cuando su escudo cedió, aún fue capaz de esquivar a la lince y volver a crear otro. Por suerte para ella, romper la protección había hecho perder velocidad a su enemiga.
La capucha se había desprendido, mostrando una goblin de avanzada edad, y que deseaba usar la sangre de la dríada para recobrar su juventud. Si en realidad tenía ese efecto o era sólo un rumor sin fundamentos era algo que estaba dispuesta a comprobar. La mera posibilidad de alargar su vida había sido demasiado tentadora para alguien como ella, capaz de asesinar a su propia maestra para robarle sus posesiones.
Sin embargo, no tuvo un momento de respiro antes de que la lince volviera a atacarla. Aterrada, usó Bolas de Fuego contra ella, más poderosas que el Aliento, pero que también dañaron su escudo.
No obstante, esperaba con un golpe directo de fuego haber herido seriamente a aquella terrible bestia, algo que un Rugido pareció refutar. La habilidad aterró a la maga, incapaz de reaccionar ante la nueva destrucción del escudo.
Cuando una pata apareció tras la cortina de humo, reaccionó al fin, lanzando Aliento de Fuego con todo su poder. El resultado fue que cuatro uñas rasgaron su ropa y piel, causándole una profunda herida.
Retrocedió un paso, lo que no fue suficiente para evitar la otra garra, que se incrustó en el brazo que alzó para defenderse. Sin apenas tiempo de reaccionar, apareció ante ella el rostro de la felina. Un grito de terror fue lo último que pronunció.
No muy lejos de allí, la elfa se enfrentaba a dos orcos en Bersérker. Eran muy rápidos, peligrosos, y ajenos al dolor, pero, con la habilidad activada, eran incapaces de pensar más allá de exterminar a su enemiga.
Con Desarmar, consiguió arrebatarla la enorme espada a la orco, pero a ésta no pareció importarle y arremetió con el cuerpo, saliendo Goldmi despedida hacia atrás.
Fue un fuerte golpe, pero consiguió estabilizarse con Viento de respaldo y recuperarse con Curación Básica. Invocó entonces una daga con Filo de Viento y la lanzó con Daga Fugaz. Se clavó en un ojo, pero eso no impidió que su enemiga siguiera cargando hacia ella.
No obstante, esta vez volvió a confiar en Bloqueo y Retroceso para salir disparada hacia atrás. Aunque a punto estuvo el segundo orco de golpearla con un hacha. Había llegado a la altura de su compañera y atacaban los dos a la vez, lo que los hacía más difícil de esquivar. Por suerte, sus heridas provocaban que su velocidad no fuera todo lo explosiva que debiera.
Decidió combinar Deslizar con Golpe de viento para alejarse de ellos. Era costoso en maná, pero también eficiente, y podía dispararles mientras huía, apuntando siempre a sus piernas para ralentizarlos. Si no fuera por lo peligroso de la situación, incluso lo hubiera encontrado divertido.
Dio una amplia vuelta para volver a la entrada de la cueva, sin dejar de ser perseguida por los dos orcos, y colocándose detrás de una de los Abismos que no había sido activado. Desde allí, se concentró en dirigir las flechas con más precisión, en apuntar a las heridas aún no cerradas en las piernas.
Cuando los orcos cayeron en la trampa, sabía que no tardarían en escapar, pero los instantes allí atrapados eran suficientes para disparar a la vez tres Flechas Lentas hacia la orco, pues era la más herida. Si pudiera eliminar a una de ellos, o inutilizarla temporalmente, tendría mucho ganado.
Además, cuando lograron liberarse, su hermana se unió al combate. Como habían acordado, se abalanzó sobre la orco, cuya dañadas piernas no pudieron aguantar la embestida desde atrás.
Mientras, Goldmi usaba Danza Dual para bloquear los continuos ataques del orco, aunque su potencia la estaba haciendo retroceder, además de sentir como sus manos se entumecían. Curación Básica revertía el efecto, pero resultaba peligroso, y era un gasto importante de maná. Así que volvió a encomendarse a Bloqueo y Retroceso, en lo que era un ejemplo perfecto de kitting.
No obstante, en lugar de atacar a su oponente, aprovechaba cuando podía para disparar a la que se enfrentaba salvajemente a su hermana, puños contra garras, dientes contra dientes, revolcándose ambas por el suelo.
Una de las flechas que se había clavado en la espalda se introdujo profundamente al golpear la orco contra el suelo, atravesándola. Otra, en una mano, le impedía cerrar el puño. Pero, a pesar de ello, atacaba sin parar a la felina, con los ojos inyectados en sangre.
Los puños eran poderosos, pero las afiladas garras y el fuego mucho más incisivos. De haber tenido la espada, la lucha hubiera sido más peligrosa para la lince. Sin ella, la orco poco a poco fue sucumbiendo. Cuando finalmente expiró su último aliento, La felina estaba ensangrentada y entumecida por los golpes, aunque la mayoría de la sangre no era suya.
Hubiera querido descansar, pero aún quedaba un enemigo. Se incorporó con dificultad, algo que no fue ignorado por su hermana.
–No hace falta...– quiso impedirle la lince.
Pero la elfa no le hizo caso y, apretando los dientes, utilizó Vínculo de Vida para compartir el daño con su hermana. El dolor le llegó de golpe, pero estaba preparada para ello, pues no era la primera vez. Inmediatamente, usó Curación Básica para recuperarse. Empezaba a quedarse sin maná.
La elfa había estado esquivando, alejándose a través de Bloqueo y Retroceso, Deslizar, Retroceder y Pies Ligeros, y dañando desde la distancia al orco.
–¡Maldita cobarde! ¡Quédate quieta y pelea!– exigió éste, furioso, y cada vez más cansado y herido.
Evidentemente, ella no le hizo ningún caso, simplemente fue cambiando poco a poco de dirección para acercarse a su hermana. Cuando ésta saltó sobre su enemigo, la propia elfa se acercó para ayudarla.
Mientras la felina esquivaba las armas del orco, Goldmi usó Empuñadura para aturdirlo apenas un instante, pues el efecto de Bersérker disminuía toda las afecciones. La lince aprovechó para atacar, al mismo tiempo que su hermana ejecutaba Apuñalamiento primero y Estocada después, acabando entre las dos con el último enemigo. El mismo Bersérker que le daba fuerza, velocidad e inmunidad al dolor había bajado demasiado sus defensas.
Aún tenían que perseguir a la última de sus enemigos y tratar de rescatar a la dríada, pero primero necesitaban recuperar fuerzas y sanar sus heridas. Se sentaron la una junto a la otra y aprovecharon para comer algo. Pronto tendrían que continuar
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Regreso a Jorgaldur Tomo II: la arquera druida
FantasíaCuando muere de una grave enfermedad, aún recuerda a sus amigos de un MMORPG que jugó años atrás, y a un NPC que ha permanecido en su corazón desde entonces. Pero cuando vuelve a abrir los ojos, se encuentra en la solitaria plaza que había sido el i...