✦ 𝑷𝑹𝑶𝑳𝑶𝑮𝑶

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✿  SOMEONE TO YOU

« GUZMÁN NUNIER OSUNA »

Isabella dirigió el cañón de su arma sin dudar ni un solo segundo, apuntando directamente a su sién. De sus ojos no dejaban de caer lágrimas, la nariz hinchada y el alma en pedazos.

─ Bella, por favor... hablemos, no hagas esto.

La voz de Guzmán, ronca y grave, resonó frente a la pelirroja. Se acercó lo mínino ya que la fémina se afianzó al arma con más intensidad en señal de amenaza y el adolescente extendió los brazos hacia ella tratando de tranquilizarla con manos temblorosas.

─ No lo entiendes, Guzmán. No... ─Temblorosa y con espasmos, la muchacha retiró su mirada del contrario, sin sentirse capaz de observarle─, no sabes lo que es vivir con un secreto ajeno, que te destruye la vida en mil pedazos... y que si en algún momento lo cuentas, tu vida se arruina automáticamente. El peso, la culpa... las noches sin dormir y el pecho oprimido...

La mirada de Isabella estaba perdida, en blanco pero al mismo tiempo, rota. Como si hubieran hecho añicos un folio y cada vez que carraspeaba para aclarar su voz, alguien hubiera tratado de reunir los pedazos y pegarlos. Su cabeza ladeó al mismo tiempo que cerraba los ojos, dejando escapar todo el aire inspirado previamente en un prolongado suspiro.

─ El asesino de Marina quedará libre el resto de su vida, disfrutándola y siendo feliz... y yo... y-yo no puedo decir absolutamente nada, Guzmán... na-nada...

El llanto creció al mencionar el nombre de la que fue su mejor amiga, aquella dulce chica que amaba la danza y que podía ver horas y horas de películas junto a ella sin cansarse.

El mayor entrecerró sus ojos de inmediato, la realidad era que muchas cosas rondaban su mente... y una de las más importantes eran, ¿cómo había conseguido Isabella una pistola? ¿Acaso sabía quién había matado a Marina, su hermana? ¿Y por qué se lo había ocultado? En caso de que lo supiera, ¿llegaría a ser capaz de perdonarla?

─ Isabella... ¿qué coño estás queriendo decirme con eso? ¿A qué cojones viene el asesino de Marina en esta conversación? Bella... ¿acaso sabes quién es? ¿Y de dónde has sacado esa puta pistola?

Los labios femeinos temblaron, temblaron por todo lo que iba a ocurrir a continuación. Porque aunque no lo supiera a ciencia cierta, Isabella era consciente. Claro que lo era, Bella se había metido en líos y por eso, haría que el amor de su vida la odiara para siempre.

─ Y-yo... Todo este tiempo te he mentido Guzmán y de verdad, te prometo que no hay persona que lo sienta más que yo...

Isabella estaba reuniendo todas las fuerzas de su interior para decir la verdad, en los ojos claros de Guzmán habitaba un brillo de esperanza. De saber de una vez por todas quién mató a Marina Nunier, de que toda aquella pesadilla llegara a su fin de una vez por todas; pero lo que no sabían es que todo aquello era el comienzo de la historia.

─ Yo vi al asesino de Marina... sé quién es. Y todo este tiempo... lo he sabido.

El mayor no pudo evitar quedar paralizado por unos segundos al escuchar aquello, sin saber cómo reaccionar. Sentía cómo sus manos podían llegar a tocar la victoria.

El agarre de la mano ajena en el arma aflojó por la distracción al contar la historia, aunque volvió a acercársela a la sién en cuanto percibió movimiento por parte de Guzmán hacia ella; quién había intentado acercársele con suavidad al menos para tratar de arrebatarle la pistola mientras le escuchaba, aunque estaba enfadado.

─ Eh, eh... shhh... ─Siseó, en un nuevo intento de calmarla, suavizando el tono de voz a uno más comprensible y sensible, lo último que quería era una víctima más. Además, Guzmán sabía lo mucho que esa chica quería a su hermana Marina─. Está bien Bella, si me lo has ocultado era por una buena razón, lo entiendo. Pero ahora tienes que ayudarme, dime... ¿quién mató a Marina?

La pelirroja absorvió su nariz, pero de nuevo las aletas de esta empezaron a moverse al son de las lágrimas cayendo por sus mejillas, hasta el suelo. Tenía el corazón roto, ¿por qué le habían hecho eso? ¿Por qué defender a un asesino? ¿Por qué chantajear a alguien para que mantuviera el pico cerrado con el fin de que este viviera una feliz vida y estando libre cuándo no lo merecía?

─ Guzmán, n-no...

De nuevo hizo una pausa, deseaba contarlo con todas sus fuerzas y hacer justicia a su mejor amiga. Pero no podía. En su cabeza la imagen de Polo con el trofeo lleno de sangre en sus manos y a Marina muerta en el suelo se repetía una y otra vez como venganza por lo que iba a hacer. Y sus oídos parecían que podían oír de nuevo aquellas palabras:

'No vas a decir nada de esto, Isabella...  
    no vas a decir nada de esto si no
   quieres que te arruinemos la vida'.

─ No, no puedo no... no puedo, lo siento... ─Murmuró negando con su cabeza una y otra vez, desesperada. Sus ojos cerrados con fuerza debido al llanto que emanaba desde el fondo de su corazón roto. Su brazo cayó por el dolor que sentía en el pecho, con el corazón encogido─, no puedo... no, no puedo... ¡lo siento!

─ Va, ya está. Venga...

Guzmán, (un Guzmán muy cabreado a pesar de que lo ocultó de maravilla), acortó la distancia para llegar hasta la menor. Consiguió arrebatarle la pistola, la tiró muy lejos hasta acabar en el fondo del mar y finalmente rodeó el cuerpo de Bella hasta estrecharla entre sus brazos.

Isabella lloraba en el pecho ajeno con el corazón roto en mil pedazos, sabía que el hecho de ocultarle quién era el asesino de Marina a Guzmán iba a traer consecuencias que le harían daño.

Guzmán acariciaba a Bella, odiándose a sí mismo por no haber podido hacer más. Decepcionado con la muchacha por lo que había hecho pero aún así, su corazón roto en mil pedazos, pertenecía a Isabella.

Aunque ella no lo supiera.

ˢᵒᵐᵉᵒᶰᵉ ᵗᵒ ʸᵒᵘ ⇝  𝘎𝘶𝘻𝘮𝘢́𝘯 ⇝﹙𝐄́𝐥𝐢𝐭𝐞 ∕ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora