♡; 𝑃𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑜 𝑆𝑜𝑜𝑏𝑖𝑛🦋[ 𝐾𝑜𝑜𝑘𝐽𝑖𝑛]

PRÓLOGO

Con el nacimiento de Jin. La manada Kim se alegro, el próximo líder había nacido, Lucas. Quien era el jefe, festejo a su primogénito con alegría; con el tiempo la manada se mantenía tranquila, llenando de amor a su pequeño Jefecito. Y aunque, Jin sentía el gran cariño de la manada, algo dentro de él lo ponía inquieto.

Inquietud que llegó a lo que él más temia. En la escuela se lo explicaron, en su manada descubrió el gran desprecio que le tenían a aquel género, género que ahora hacia parte de él.

Jin era un Omega.

Su madre con la noticia lo obligó a mantenerse callado. E incluso, sin saber el daño que podía causar en Jin; lo unió al grupo de batalla que tenían en su manada. Con el tiempo Jin se sentía cansado, llenó de rabia e impotencia, Lucas ante la inquietante actitud de su esposa análiso con detalle la situación de su familia.

Jin con el tiempo decidió irse muy, muy lejos de aquel lugar. Y aunque lo pensó, nunca lo hizó, ya que su madre lo tenía constantemente amenazado con su pequeño rayo de sol; su preciado hermanito.

Aunque podemos decir que las mentira siempre salen a la luz cuando se acaban las excusas. Y Lucas lo descubrió, la manada lo descubrió, lo que Jin supo luego de aquella noche tormentosa llena de golpes, insultos y maltrato tanto verbal como físicamente; fue que se encontraba en la calle con su pequeño hermano Soobin, quien fue implicado en el problema, gracias a su madre. Madre jodidamente cruel, y un tanto egoísta con un miedo estúpido de que su última cría fuera de igual manera Omega.

Jin destrozado. Le reprochó al destinó su mala suerte, y aunque lloro de impotencia llenó con un dolor que le dolía en lo más profundo de su magullado corazóna; lo odio, odio aquella gente que alguna vez amo... Pero odio más que nada en el mundo el desprecio de su padre aquella noche juntó a la cruel respuesta de la que la Luna la puso como madre.

-solar, tus hijos se tienen que ir; son omegas y eso jamás lo voy a permitir en la manada. Los omega son desagradables, perras en celo, que nunca calman sus instintos sexuales.

-pero son nuestros hijos.

-¡son omega mujer! Omegas insignificantes, se van o te largas con ellos a la calle.

-no, que se vayan, así le ahorrarían a la manada un mal rato o aún mejor así nos ahorrariamos tener que aguantar su asqueroso olor.