PIPER
Lorna habia intentado durante muchas semanas que alex y yo intentamos llamarnos de nuevo, pero no cedí, ni al chantaje de mi madre ni a las palabras de Red.
Por primera vez en la vida, solo cedí ante mí
Cambiar mi vida, cambiar de dentro a afuera, es un proceso solitario en el que nadie puede ayudarte realmente.
Pero me entregué al trabajo. ¡Joder! me entregué como nunca pasaba entretenida limpiando, cocinando, y atendiendo a las personas que se hospedaban.
Habia cambiado un poco mi rutina y ahora habia agregado a mi día caminar hasta una granja del Pueblo para tener leche fresca.
Habia vuelto a mis vestidos, mi pelo suelto y a mis pies descalzos.
Siempre tenía palabras de ánimo para mí misma y asi sobrellevar los días.
La vida ahora me parecía más complicada. Más y más complicada cuanto más simple era mi forma de vivir más me costaba sobrellevar los días, pero sobrevivía perfectamente.
Aunque a veces Todo me parecía confuso. ¿Por qué era infeliz con la sencillez? ¿Por qué esta vez no parecía una cura, sino un castigo?
Red dijo una y otra vez que dejara de darle vueltas al asunto y no me preocupará por nada, aunque a veces era complicado.
Habia pasado tanto tiempo y había hecho un gran avance en mi persona lo cual me tenia sumamente orgullosa de la persona en la que me estaba convirtiendo.
No dependía de nadie más, me tenia solo a mi y aunque era difícil lo sobrellevaba muy bien.
En ocasiones son solamente las palabras las que nos salvan de nosotros mismos.
MESES DESPUES
ALEX
Estaba en casa de mis padres tomando unas pequeñas vacaciones, amaba estar con ellos y tener esa vibra alegre cerca de mí.
Me sentía protegida y muy amada venia aquí cada vez que me sentía sola y ellos me abrigaban perfectamente.
Habia salido a correr esta mañana, a pesar de ya no tener tanto trabajo como hace unos meses aun no dejaba al lado mi rutina de ejercicio.
Aun tenia que cumplir con algunos contratos que aun no se habían llevado a cabo así que tenia que seguir cuidando mi físico como el primer día que entre a este asunto.
Entre a casa y ya mi madre se encontraba preparando el desayuno.
Alex: volví -dije suspirando mientras me sentaba en un banco de la cocina-
Diane: has tardado mas esta vez -dijo sonriendo- ¿has dormido bien?
Alex: no me quejó...
Diane: solo seremos tu y yo para el desayuno
Alex: ¿y papá?
Diane: se ha ido con tu hermana hace un momento, ambos tenían cosas que hacer
Alex: me daré una ducha rápido y bajaré ¿me esperas?
Diane: claro que si cariño -dijo sonriéndome-
Alex: ahora vuelvo.
Diane: ¡oh, espera! -dijo deteniendo mi camino- antes que te vayas ten esto -dijo tendiéndome un sobre blanco-