XXIII
"Me he dado cuenta que a menudo, los corazones de los hombres no son tan malos como sus actos, y casi nunca como la maldad de sus palabras"
-J. R. R. Tolkien
Mi nombre es Abigail Gray man. Pero muchos me dicen Abby. Tengo una familia, aunque mi madre está muerta y mi padre...abandonado. Creí que mi vida iba a ser la misma luego de años y años tras la pérdida de mi madre. En realidad, fue todo lo contrario. A pesar de no haberla conocido nunca, su pasado recayó sobre mí como un balde de agua fría.
Repasemos los hechos hasta ahora: mamá murió por haberle robado un estúpido Sello a uno de los demonios más poderosos de todos, jefe y guardián de las puertas de Infierno, Abbadon. Y como resultado, ella lo escondió antes de haber sido asesinada. Pero hay mucho más detrás de aquello. Tuvo un contacto con Lúcifer. Mamá estaba conectada a él. ¿Por qué? ¿Qué quería él de ella?
Cuanto más y más lo pienso, las cosas se vuelven un poco más claras para mí, y a su vez, algo confusas. ¿Y si Lúcifer en realidad lo que quería era algo más que solo el Sello? ¿Y si mamá no tuvo más remedio que robar para él porque sabía que así me estaba protegiendo de todo ese mundo oscuro? Y si es así, ¿qué rol cumplo en esta historia?
La lluvia no se detiene ni siquiera cuando llegamos a la fábrica. Todo está destruído. Las ventanas venidas abajo, las paredes llenas de agujeros. Hay sangre esparcida por el suelo, incluso varias plumas mojadas. Al detenerme frente a ella, algo dentro de mí también se quiebra. Pareciera que me da nostalgia ver este lugar en esta instancia. Jamás pensé que pudiera llegar a sentir algo así.
Todavía tengo la sensación de tristeza, como si algo se haya ido en cuanto ellos se retiraron. Sí...los Jinetes. Se fueron y me dejaron sola. Es extraño, pero parece que mi alma...los sigue buscando. Quiere que vuelvan. ¿Por qué?
Una figura se levanta sobre el techo de la fábrica. Es Siena, con un arma apuntando hacia nosotros. Sombra me abraza, me mantiene pegada a su cuerpo, como si aquello impidiera alejarme.
-¡Es Sombra!-escucho la voz de Siena y los demás aparecen.
Kae y Peter vienen a nosotros corriendo, por dentro de la fábrica. Siena pega un salto y se aproxima a nosotros también. Detrás, de ella, aparece Isaac. Sus ojos buscan los míos. Camina lentamente, pero se detiene a medio camino al ver a Sombra. Tiene un corte en la frente de donde le corre sangre. En el brazo derecho una herida abierta. Su ropa agujereada. Y aún así...aún así...me da alegría verlo.
-¿Qué pasó con ustedes?-pregunta Peter-Estuvimos buscándolos por todos lados.
-Pensamos que algo les pasó-habla Kae-Los perdimos de vista en el bosque.
-Entremos-exclama Sombra, cansado-No es seguro aquí.
Pero lo que no entiende él, es que ya ningún lugar es seguro para nosotros. Destruyeron la fábrica, no sé cómo, pero lo hicieron. Al final tenían razón, los ángeles son incluso mucho peor que unos simples demonios. ¿Quizás Samael...quedó libre?
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Daemonium/ Los hijos del Diablo: el comienzo
Novela JuvenilAbby Greyman perdió a su madre en un horrible accidente cuando ella apenas era una bebé. A pesar de que jamás la ha visto, sueña con ella constantemente. La llama, le muestra el camino. Un camino que conduce a...¿a dónde? Abby debe enfrentar a la o...