Capítulo Ocho

294 34 57
                                    

— Ya me voy — Nagisa anuncio sin ánimos que se retiraba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Ya me voy — Nagisa anuncio sin ánimos que se retiraba.

— Nagisa — llamo Hiromi, a lo que tuvo que parar y mirarla —. Ayer fue miércoles pero llegaste temprano ¿Por qué? Me ha dejando algo intrigada eso...

— No es nada, es que... Creo que tal vez cancele mis planes de los miércoles por un tiempo... — contesta Nagisa calmado, vio a su madre suspirar con profundo alivió.

— Me alegra saber eso, al principio no te había dicho nada por respeto — menciona Hiromi —. Pero odiaba que salieras y llegarás tan tarde, las calles son peligrosas después del atardecer para las niñas — Nagisa apretó los puños lleno de frustración, aguantando las ganas de refutar aquello; últimamente se encontraba más irritado con el tema de la hija y ya no lo aguantaba; tomo aire y asintió.

— Si, es verdad — Nagisa se preguntaba si realmente era tan tarde llegar a eso de las siete y media, además de que tampoco es que Akita fuera un lugar muy peligroso pero refutarle a su madre sería como condenarse a muerte.  Hiromi acaricia la cabeza de Nagisa, se suponía que en un gesto cariñoso y maternal pero a Nagisa le incómodo demasiado como si en las palmas de las manos de su madre hubieran espinas. Hace un tiempo que se había acostumbrado a la aterradora dulzura de Hiromi, pero otros no podían siquiera disimular la incomodidad que generaba aquella faceta tan falsa e insípida de Hiromi; como si el instinto les advirtiera que aquello era mentira y debían cuidarse; solo él podía con ese peso.

Tal vez por eso sus padres se divorciaron, porque ni siquiera su papá soporto la presión que ejercía Hiromi con su áspera presencia y sus actos violentos.

— Mamá, voy tarde así que te dejó — aviso para girarse suavemente e irse, al cerrar la puerta tras salir escuchando una leve despedida de parte de su madre, fue solo en ese instante que soltó un bocado de aire lleno de conformidad. Era tan satisfactorio salir de su casa, ir al colegio e ignorar toda la clase pero darse esas horas dónde podía ser un chico como cualquier otro.

Bueno, uno del cual seguían cuestionando su hombría pero al menos era reconocido como varón... O algo así, Rio Nakamura era un caso severo que no tenía reparos.

Saco su celular del bolsillo, fue a la galería y busco borrar cualquier imagen sobrante que le hubieran mandado... Para entristecer al recordar que Kazuki ya no le mandaba memes de gatos que eliminar.

Se sentía mal por pelear con Kazuki que le apoyo apenas le contó su situación, pero se sentía peor recordar la foto de Karma y Kazuki juntos tan amistosos y sonrientes; le generaba un asqueroso ardor en el estómago y pecho, que le daba ganas de golpear algo, tal vez algo como la cara de Karma; sin saber que era lo que le incomodaba acabo por pelear de forma muy aleatoria con Kazuki. No recordaba siquiera que le dijo o que contesto Kazuki que lo hizo enfurecer tanto; solo se sentía dejado, molesto, era como si le hubieran clavado un puñal en la espalda.

Guardo el celular, se le quitaron las ganas de usarlo. Cada vez que pensaba en el tema se sentía más y más mierda, pero también se sentía más y más enojado; entre la culpa y la ira no encontraba forma de pedirle a Kazuki que hablarán civilizadamente y arreglaran las cosas; desconociendo ese sentimiento, se lo aguanto esperando que Kazuki diera el primer paso más él no parecía tener ganas de hacer tal cosa.

- ¡Nuevo Mensaje! - (crossover) HIATUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora