Capitulo 93

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Varias horas más tarde.

--...... Ou.

Una Gárgola aterrizó en medio de una habitación completamente llena de cenizas.

La mirada del monstruo viajó desde un extremo a otro mientras un Unicornio y un Silverback se acercaban a él.

Un peto familiar con un agujero abierto en el medio. Una Maza de gran tamaño. Una túnica triturada y un conjunto completo de pesada armadura de placas cortada por la mitad. El cuerpo de piedra del monstruo tembló y traqueteo al ver el equipo disperso entre las cenizas.

Desde allí, la Gárgola caminó hacia el otro lado de la habitación y metió la mano en una cama de flores arrancada de raíz.

Sus temblorosos dedos agarraron un cristal rojo que había sido arrojado allí mientras los criminales estaban distraídos.

La Gárgola sostenía otro cristal igual en la otra mano. Gros echó la cabeza hacia atrás y miró hacia el techo.

-- ¡¡OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOORRRHHH!!

Desató un monstruoso rugido de indignación ardiente que resonó por todo el laberinto.

***

-- —¿...?

Me di la vuelta y miré hacia atrás.

Todo lo que veía eran las paredes y el techo azulados del Calabozo. Las fuentes de luz ubicadas al azar iluminaban las intersecciones y laberínticos pasillos que parecían extenderse para siempre. Un equipo de Aventureros debía estar cerca porque podía escuchar sus inquietas voces procedentes de una esquina cercana.

Estaba parado en medio de un pasillo, mirando el suelo por el que tantos de mis compañeros Aventureros habían caminado.

Podría haber jurado que escuché algo... que el Calabozo simplemente se había sacudido.

¡BGYAA!

--¡...!

Cuando mire por encima de mi hombro, un grito repentino que se precipitaba hacia mí atrajo mi atención.

Un Goblin se precipitaba hacia mí. Evite el golpe del monstruo de bajo nivel dirigido a mi pecho y levante la <Daga de Rean> en mi mano derecha.

Estaba en el Calabozo, 3° Piso.

Había pasado tanto tiempo desde que estuve en los Pisos Superiores del Calabozo que esta área me parecia nueva.

Cuando me uní por primera vez a la <Familia> de Kami-sama, cuando solo era Lv. 1, venía aquí todo el tiempo.

Aquí fue donde comenzaron mis aventuras.

Había estado en este territorio para Aventureros de Clase Baja desde la mañana.

¡GIII!

El monstruo me atacaba con ambos brazos en un frenesí, pero lo esquivaba inclinándome levemente hacia la izquierda y hacia la derecha.

Los movimientos del Goblin eran muy lentos y letárgicos. Podría enterrar mi Daga en su pecho, rompiendo la Piedra Mágica dentro de él si me daba la gana.

Pero no me atrevía a realizar un contraataque.

¡¡UggAHH!!

--... ¡...!

El Goblin me grito, frustrado porque ninguno de sus ataques estaba golpeando.

Sus ojos llenos de ira se fijaron en mí.

Mi instinto de luchar se activó mientras una urgencia natural por desafiar a los monstruos me empujaba hacia adelante. La <Daga de Rean> trazo un arco atraves del aire.

La Aventura De Un HéroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora