Capitulo 108

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Intermedio – Tres Huérfanos, un Grito en la Medianoche y un Laberinto Ensangrentado

Hitachi Chigusa y Kashima Ouka no sabían que hacer.

--¡Por favor! ¡Por favor ayúdennos! ¡Ruu regresó a la iglesia!

Estaban cerca de las afueras del noroeste de la Calle Dedalo. Un gran número de residentes del Distrito Laberinto estaban reunidos en este lugar no lejos de la Calle Principal del Este, una de las arterias centrales de la ciudad. La orden de evacuación que el Gremio emitió varios días antes les había ordenado reunirse allí. La <Familia Takemikazuchi> estaba entre esta multitud, rodeada de niños.

--Dijo que tenía un gato sobre el que no le había contado a nadie, y que tenía que buscarlo, y luego se fue, y, y...

--Y los monstruos están fuera ahora...

--Todo estará bien. Solo cálmense... ¿De acuerdo?

Chigusa y los otros miembros de la <Familia Takemikazuchi> se habían dirigido originalmente a la Calle Dedalo porque su Dios principal les pidió que ayudaran a Bell, pero luego el personal del Gremio solicitó su ayuda con la abrumadora cantidad de evacuados, y no pudieron decir que no.

La <Familia Ganesha> y otros Aventureros estaban protegiendo el área circundante mientras el personal del Gremio intentaba desesperadamente conducir a la multitud hacia la Calle Principal del Este. Con el rugido de los monstruos, todo lo que se encontraba al sur de su ubicación se había convertido en una zona de batalla, lo que significaba que la única ruta de evacuación que quedaba estaba al norte, hacia la Calle Principal del Este.

Todas las salidas en esa dirección estaban llenas de personas, y la situación se había convertido en un atasco masivo de tráfico humano. Los ciudadanos estaban aterrados de los monstruos.

Los niños frente a Chigusa—Lai, el niño humano, y Fina, la Dogman—no eran la excepción.

--Yo también se los ruego. ¡Por favor, de alguna manera, encuentren a ese chico...!

Suplicó la monja anciana, Madre María, y agregó su voz al coro.

--Trata de mantener la cabeza en alto. No sé qué haré si incluso adultos como tu comienzan a llorar.

Dijo Ouka. Estaba demasiado agotado para reunir más que esta respuesta incómoda a la súplica de la delgada mujer de cabello negro. Con la mayoría de los miembros de la <Familia Ganesha> y otros Aventureros ocupados cuidando los grupos de evacuados, María parecía aferrarse a un clavo ardiendo. Aún más teniendo en cuenta que era solo un niño pequeño.

--Está bien, lo buscaremos. Dinos cómo llegar... No, no importa, no sirve de nada. No tengo sentido de dirección por aquí.

Dijo Ouka.

--¡Por favor, déjame ir contigo! ¡Te mostraré el camino a la iglesia!

Dijo María.

--¡Yo tambien quiero ir!

--¡También yo!

Las peticiones de Lai y Fina sorprendieron a Chigusa y a Ouka.

--¡Lai!

Gritó María, tratando de detener al niño. Ignorándola, él y Fina se aferraron a Ouka antes de que pudiera decirles que era demasiado peligroso.

--¡Puede que no estemos conectados por sangre... pero somos una familia!

Con esas palabras, Ouka entendió todo. Frunció el ceño mientras trataba de decidir qué hacer.

--Huérfanos... Maldición. Soy una presa fácil.

La Aventura De Un HéroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora