[11]

2.4K 152 66
                                    

"¡¿Pero qué carajo ha pasado?!" El inspector, de un portazo, se presenció en el aula inmediatamente debido a que un alumno fue a anunciarle lo ocurrido. "¡Lilian!" El señor Beta, ya con una vena hinchada por la rabia, volteó a ver a la adulta para simplemente gritarle aún más en la cara. "¡Sabe usted muy bien las reglas aquí! ¡No se les puede negar el sanitario a los estudiantes! ¡¿Que no ve los accidentes que pueden pasar?!" Con acritud y potente le regañaba con la mayor voz estrepitosa que podía emitir, intentando de levantar algunas cuantas sillas que yacían en el suelo.

Ofuscación.

La contraria estaba descolocada, sin saber cómo actuar. "L-lo siento, la..." Tampoco podía defenderse, hasta ella era consciente de el tremendo caos que causó. Sentía culpa, sobre todo con las miradas del lugar estancadas en ella. "La v-verdad es que...y-yo no sabía que..." sus palabras se atropellaban con las otras velozmente y de manera estúpida, hasta que el inspector soltó un sonido de hartazgo tremendo, cortándole su titubeo inútil.

"¡Reze por ese pobre Omega, Lilian! ¡Gracias a usted seguramente esté marcado en contra de su voluntad! ¡Piense un poco! Ahora tendré que buscarlo para verificar que esté en enfermería..."

¿Creen que el inspector no se había enterado que el castaño fue ayudado por tres Alfas? No, claro que lo sabía, y le parecía absurdo por parte de la profesora dejar que unos Alfas auxilien a un Omega en celo. Para él, era una ridícula. Claro que no podía decírselo, algún escándalo entre autoridades causaría más caos.

"Tendré que reportárselo a la directora del colegio." Se llevó una mano a la cabeza, resoplando. "Esto es increíble." Finalmente el señor rió, sarcástico.

[...]

Mientras en un lado del colegio, los dos Betas discutían y los alumnos se quedaban desconcertados, por otro lado, Fox, Fred y Golden completaban la misión imposible.

Ellos, entre sudor, jadeos y gruñidos, finalmente llegaron a su destino, en donde apenas entraron, casi que empujaban al pobre castaño hacia donde la enfermera se encontraba. Cuando vieron que la Beta adulta se acercaba al pequeño Omega temblando, ¡rápidamente cerraron la puerta de un azote tremendo! Y, fuera de enfermería, se quedaron parados, recuperando el aliento.

Solo se escuchaban respiraciones irregulares, además de gruñidos.

"Uuuugh...." Golden dio un resoplido y se llevó las manos a la cabeza en total frustración. "Santa mierda...no podía más." Gruñía y gruñía por impotencia al igual que los otros dos, apoyándose contra la pared del pasillo, desesperado.

"Pensé que si llegaba un momento así, tendría todo bajo control..." Fred empezaba a entablar, casi sin aliento y aún con los colmillos a la luz. "Joder, la baba que se me ha escapado, eh..."

No era de importancia los dolores en sus entrepiernas, la insoportable impotencia carcomiéndoles la cabeza o lo descontrolados que los lobos dentro suyo se hallaban, Freddy estaba a salvo. Les aliviaba terriblemente el saber que ninguna marca no deseada se estampó en su moreno cuellito.

"Ya ves..." El pelirrojo agregaba entredientes y con el cuerpo aún tensado. "Tuve que... morderme la mano para evitar...cualquier accidente. Menúdos instintos de los cojones." Efectivamente, la amplia mano del más alto se encontraba herida. Con sus colmillos se había hecho una mordida con suma profundidad en desespero, por lo que la sangre se rebosaba de esta y se escurría. A fin de cuentas, cargar a un Omega en celo no resulta nada sencillo.

A lo lejos, los murmuros confusos de la gente se oían rebotar en los pasillos. Claramente, el aroma de Freddy ya había alcanzado varias narices.

Silencio. Agitación. Descolocamiento.

Three Alpha Issues. [#Omegaverse #Lgbt]Where stories live. Discover now