3. La danza

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Angie

Me perdí el funeral de mi bisabuela Carla. Aunque traté de comunicarme con mi mamá, Manuel hizo todo a su alcance para hacérmelo imposible. A veces desearía tomar esta maldita escoba y acabar con él. Es lo peor que me ha podido pasar en la vida.... Es decir... ¿Cuál vida? No tengo vida. Soy esclava.

Paso mis sábados tratando de que esta pocilga a la que él llama hogar luzca un poco más habitable. Mis ojos jamás han podido ver que Manuel lave un plato, o limpie un mesón. Manuel es mi papá, obviamente. Pero no merece que lo llame así.

Tengo varias amigas en el colegio. Cuando hablo con ellas sobre mi papá, me dicen que la ley me protege y puedo hacer que le quiten mi custodia. Pero... Me da miedo de lo que pueda llegar a hacerle a mi mamá si hablo. Manuel es un enfermo mental.

Efectivamente. Es Sábado, 3:00pm, mi bisabuela murió y yo estoy barriendo la habitación de Manuel mientras revisa su celular fingiendo que trabaja. Sospecho que perdió su trabajo hace unas semanas.

¡Diablos, no puedo esperar a que sea mañana! Los domingos, mi mamá pasa por mí, y puedo jugar con mi hermano, Carlos. Me enteré de que se trastearon a la casa de mi otra bisabuela, Bernarda, y que es gigantesca. Ya la quiero conocer. ¡Carlos debe estar esperándome!

Carlos

Sábado. 3:00pm. Mi bisabuela murió. Creo que era lo justo, ya estaba muy agotada. Al llegar al funeral, los del ancianato dijeron que mi bisabuela se quejaba demasiado en sus últimos días, tenía más dolores que nunca, mareos, fatigas, en realidad estaba sufriendo. No soporto que alguien esté así, lo mejor tuvo que pasar.

Recién en el funeral conocí a Luna como se debe. Claro que ya la había visto en reuniones familiares, o eventos, pero jamás me había tomado el tiempo de hablar con ella. Me impresiona la manera en la que alguien como ella percibe el mundo. ¡Es tan clara en todo lo que piensa! A veces me asusta la seguridad con la que maneja sus palabras, pero es esa misma seguridad la que me ayuda a entender mejor cómo funciona su mente, que por supuesto, no es para nada trivial.

- Mi cuñada me dijo que me iban a traer un nuevo televisor - Luna habla de una manera extraña. Sus dientes se han caído, sólo conserva dos muelas. Eso le impide vocalizar. Además, el hecho de que siempre dice cosas que a una persona normal le resultarían incoherentes no ayuda.

- ¿En serio, Luna? ¿Y cuándo le van a traer el otro televisor?

- Cuando se acabe la novela, me dijo mi cuñada. Que me iban a traer otro televisor cuando se acabe la novela.

- ¡Ja, ja, ja! Espero que su cuñada le diga la verdad, Lunita.

- Sii, mi cuñada no me dice mentiras porque ella me quiere, me quiere mi cuñada, ella me quiere. ¿Cierto, Carlos, que mi cuñada me quiere?

- Si, si, la quiere...

- Si, porque yo la conocí, a mi cuñada, yo la conocí y ella me dijo que me quiere.

Podría escribir toda esta larga conversación, pero el momento que realmente me intrigó fue cuando llegamos a la casa, más o menos a las 6 de la tarde. Luna dijo algo que resonó en mi cabeza mucho tiempo.

- ¡Carlos! Dos cabezas. Van a pasar cosas muy malas, Carlitos. Me dijeron que van a pasar cosas peligrosas.

- ¿Cómo así Lunita? ¿Cómo así que dos cabezas?

- ¡Las dos cabezas! Anoche que mi mamá se murió, empezó a gritar, "Dos cabezas", y yo me di cuenta de que me estaban hablando. ¡Las dos cabezas me estaban hablando cuando mi mamá se murió!, y me dijeron que iban a pasar cosas muy peligrosas, Carlitos.

Life After DeathWhere stories live. Discover now