MUERTE

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CANCIÓN: GHOST OF YOU-5SOS



¿Cómo huele la muerte? Siempre escuché frases como "huele a muerto", pero yo nunca había olido algo así, sí, había ido a uno que otro funeral, pero solo olía flores, café, y un cadáver embalsamado. Nunca me detuve a pensar en la vida de una persona, creo que nunca había sido empática, no en su totalidad. Yo, en lo personal, creía ser madura, humilde y respetuosa, pero la verdad es, que si miraba dentro de mí, yo hacía mucho daño, toda mi vida me había hecho la víctima, desde relaciones amorosas a relaciones laborales, supongo que uno nunca está preparado para ser el malo en su propia historia, y es que no soy mala por protegerme, ni para proteger a nadie, si soy sincera me costaría decir que lo soy por gusto, porque no me gusta ser la mala, pero no siempre puedes ser otra persona, ya sé, la mierda de decir "Que cortos de mente si crees que decir que quien te ama te amará así, tal cual eres" Ya sé que las personas pueden cambiar lo malo de uno mismo, pero joder... ¿Cómo cambiar todo, absolutamente todo de ti? Bueno, creo que esta será una buena guía de ello.

Uno puede verse al espejo y pensar en su propia vida, pero en mi caso, mi ansiedad mezclado con mi ego, no es el mejor que pueda existir, culpo a las personas, me hago mentiras en la cabeza y me aferro a que así sucedieron las cosas. Creo que la mejor bofetada que me ha dado la vida para que yo pudiera reaccionar fue hacerme conocer el olor a muerte.

Es difícil ver caer a la persona que te ha apoyado a pesar de la mierda de persona que eres y lo peor es que tan solo pasó un segundo, todo fue demasiado rápido. ¿A qué sabe la muerte? A todos, a todos nos huele distinto, cada una de las personas que he visto caer, huele distinto, creo que en eso también somos únicos. Pero también hay que preguntarnos ¿Cómo sabe?...

Santiago, 19 años, otaku de mierda.

Mejores amigos de prepa, siempre me escuchaba cuando tenía problemas, el más sensible de todos mis demás amigos, que obviamente, se cuenta con una mano. Jugar basquetbol nunca había sido tan malo. Él no lo merecía, de todos el era el menos indicado... esa muerte a mi me supo a culpa, el sabor de la sangre en mis labios, ese sabor de hierro que tanto empiezo a odiar. Solo fueron 3 disparos los que me hicieron caer en cuenta que él ya no volvería. Tenerlo ente mis ojos, ambos tirados en el suelo de aquella cancha, sus jodidos lentes habían caído ante el primer disparo directo en la cabeza; apretar mi quijada para no romper a llorar dolía tanto, sentía cómo aquellos hijos de puta me habían aflojado uno que otro diente. Verlo ahí, con los ojos aún abiertos, cristalizados, su última lágrima corría por el puente de la nariz, esa nariz que tenía sangre aún fluyendo de su ser, su boca entreabierta, yo quería pensar que estaba luchando por una bocada de aire, que quería respirar un poco más de vida. Me dolía cada centímetro de mi cuerpo, me levanté como pude, casi arrastrándome para poder tocarlo. Puse mi mano en su pecho, ignorando aquella gran herida, donde escurría sangre empapando su playera con el estampado de "the jokers", esa maldita playera que se le veía tan jodidamente mal pero que era su favorita, la agarré con fuerza para moverlo, pero no respondía así que me apoyé en el piso para ponerme de rodillas frente a él, mi dolor no era tan grande, o quizá sí, pero lo estaba ignorando.

Lo vi, puse mis manos en su cara, lo vi de frente a frente, el calor de sus mejillas aún estaba, vi su pecho, esa jodida camisa morada desgastada estaba casi bañada de un color rojo intenso, mis manos pasaron de su cara a su pecho... Caliente, la sangre estaba caliente, mi boca no dejaba de pronunciar 5 letras: "Santi", él no respondía.

Su carita estaba casi llena de sangre, mis manos temblaban en su cuerpo, no quería tocarlo para que vinieran los paramédicos, pero mi lado consciente me hacía ver ese tiro en la frente, la respiración se me quería ir, el vacío de mi pecho quería comerme de adentro hacia afuera, me faltaba el aire, pero yo quería estar dispuesta a ello con tal de que Santi pudiera tomarlo.

Todo ese trauma lo oculté por varios meses, así que no puedo detallarlo, no me gusta recordarlo... A veces nuestro subconsciente nos protege de nosotros mismos. Quizá fue lo mejor, pero no para ese momento. Entonces te podría decir que la muerte de él solo me recuerda a algo caliente, sin aire, y con la piel de uno mismo totalmente fría.

Solo espero que yo misma entienda que la muerte no es igual, no sabe, no huele, no duele igual... es como la vida, cada uno de nosotros vive a su propia manera, a cada uno le sabe distinto, cada uno la vive como pude y como quiere.

Supongo que por eso Dios, el Destino o lo que sea que maneje este universo, me enseñó a la mala que todo sabe diferente para cada uno de nosotros.

Cuando me arrebataron a Santiago caí en depresión... o no lo sé, nunca quise visitar un terapeuta, sólo quería dormir a toda hora, solo así podía olvidar que él ya no estaba. Yo era la única chica de nuestro Club, le llamamos el Club de los dejados, y es que todos habíamos tenido novias cuando recién nos juntábamos, y casi a todos nos dejaron a la misma vez, quizá con unos meses de diferencia, el único que tenía novia aún era Diego, pero su relación era a distancia, la veía cada mes, así que para nosotros él estaba soltero. De los 5, yo era la que más había durado con su novia, íbamos para los 4 años, pero la toxicidad nos ganó, quizá es otro capitulo de mi vida que quisiera borrar, pero estará todo un libro para ella.

Mi mano, esa con la que podía contar a mis amigos bajó de 5 a 4, cuando Santiago se fue... Lamentablemente mis dedos siguieron bajando hasta tener solo 1 dedo arriba.

Ian, 16 años, otaku de mierda primer amigo de Santi.

El Hijo de puta no se quiso quedar, el amaba a Santi incluso más que nosotros. Se conocieron ellos primero, pero no es justo que me dejara, no así, él a comparación de Santi, fue egoísta conmigo y con todos los demás de nuestro Club. Se suicidó a las 2 semanas después del entierro de su mejor amigo, él me llamó antes de hacerlo, yo no respondí, estaba durmiendo para no pensar en Santiago ¿Cómo iba a saberlo? Ian se cortó las venas, me mandó un mensaje de voz: "Hola, sé que quizá no quieres hablar con nadie... sé que te causará daño, lo sé, pero yo no quiero vivir así, es difícil ver que el y yo ya no vamos a hablar, ya no quiero ver el celular y que no me invite a algún lugar, lo extraño mucho, solo escucho sus mensajes de voz para escucharlo, eso no es vida, no sé que hacer, por favor... solo quiero que esto termine... por favor... déjame terminarlo... tu eres más fuerte que yo... tienes que seguir... los quiero"

Cada una de sus palabras aún retumban en mi cabeza... es gracioso, el jodido hijo de perra me quitó el sueño por los próximos meses, Santiago hacía que me cansara demasiado, pero la muerte de Ian... joder... Su muerte me dejó despierta, creía que aún tenía oportunidad de responder su mensaje, oportunidad de que él me escuchara, oportunidad de que el me dejara ayudarlo... Porque día y noche analicé sus palabras, él no quería suicidarse, él solamente quería que lo ayudara y yo me encerré en mi caparazón de dolor sin darme cuenta de que todos los demás también les dolía, quizá un poco más que a mí.

La muerte de Ian me supo a rencor, culpabilidad y mucho, mucho enojo, no con el en si, sino conmigo misma.

Podría decirse que mi muerte fue provocada por todos los aspectos recientes... Pero no es así, yo no estaba bien, incluso cuando todos ellos estaban, yo no estaba bien.

No, no me suicidé triste, no me suicide por que ya no aguantaba mi vida...

Te vas a cagar cuando veas el por qué lo hice.

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⏰ Última actualización: Apr 21, 2020 ⏰

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