¡Takano-san se casa! ¿Que harás Onodera?

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Los personajes de Sekaiichi Hatsukoi no me pertenecen, son propiedad de Shunjiku Nakamura.

La historia es completamente mia, historia sin fines de lucro.

Sin mas que decir disfruten su lectura.

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En la entrada del aeropuerto de Japón se podía observar a una joven de cabello largo y platinado junto a un par de maletas, observaba todo a su al redor con emoción.

— ¡Al fin llegue! ¡Mi amado Tokio eh vuelto! —Sonrió emocionada — ¿Porque el vuelo tenia que ser tan largo? —Se estira divertidamente —En fin lo bueno es que ya estoy aquí —Sonreía maliciosamente —Y ahora... que comience el plan —Las personas que pasaban a su lado la veían extrañados al notarla reír de una forma aterradora.

*Una hora después de haber arribado a Japón*

— ¡Sabia que lo olvidaría! —Observo su reloj impaciente — ¡Como rayos lo olvido! —Bufo molesta — ¡Es de lo peor! —Se canso de esperar tanto —Bueno si Mahoma no va a la montaña, la montaña ira a Mahoma —Detuvo un taxi y le indico al taxista el lugar al cual se suponía debía haber llegado hacia un buen rato.

Al llegar al fin a su destino noto que no había nadie en casa — ¡Como rayos olvide que estaba en su trabajo! —Un aura oscura la cubrió — ¡Ya se lo que hare! —Su semblante se torno a uno malvado —Hare una pequeña visita jejeje —Nuevamente detuvo un taxi y se puso en marcha rumbo a un departamento en especifico, mientras que en el antes mencionado lugar la pareja trifecta y su pequeña se disponían a desayunar, inesperadamente el timbre del departamento sonó.

—Yo voy —Hiyori con una tierna sonrisa se levanto de la mesa rumbo a la puerta cuando fue detenida por Yokozawa —Descuida pequeña yo me encargo —Esta bien Yokozawa onii-chan —Le sonrió alegremente volviendo a la cocina, Yokozawa tomo rumbo hacia la puerta y al momento de hacerlo ni siquiera pudo ser consiente de la situación ya que el pobre fue derribado cayendo de lleno al piso.

— ¿Pero que fue eso? —Kirishima se sorprendió por el estruendo que se escucho hasta la cocina, e inmediatamente se dirigió al lugar preocupado de que algo le hubiese pasado a su amado.

— ¿Que diablos pasa con tigo? ¡Quítate pesas mucho! —Kirishima escucho a Yokozawa quejarse mas nunca imagino con lo que se encontraría.

— ¡Yoko-chan! ¡Te extrañe tanto! —Una chica se encontraba aferrada al pobre que ya hacia en el piso.

— ¡Suéltame! ¡Porque siempre haces esto! —Estaba atrapado en un fuerte abrazo.

— ¡Es que te extrañe muchísimo! —Esta frotaba insistentemente su mejilla contra la de el.

— ¡Cuantas veces debo decirte que no hagas este tipo de tonterías! —Intentaba apartarla sin éxito.

—Kirishima carraspeo para llamar la atención —Disculpen que los interrumpa pero ¿Se puede saber que rayos están haciendo? —Ambos se estremecieron al escuchar la voz de ultratumba que les hablo levantándose al mismo tiempo.

—Esto no es lo que parece —Yokozawa contesto automáticamente al ver que Kirishima estaba sumamente molesto, sabía que quería respuestas y las quería de inmediato.

—Y bien Yokozawa no me presentas a tu amiguita —Lo veía impacientemente, en cambio la pobre victima solo atino a suspirar.

—Ella es Usami Irina es una vieja amiga de la universidad, Masamune, ella y yo fuimos compañeros en la carrera.