Bienvenidas, bellas criaturas de la noche, a un nuevo capitulo, ahora sí, comienza el caos. Tomen sus dulces preferidos y pónganse cómodos porque el final está cada vez más cerca.
Como de costumbre yo les indicaré cuando deben ponerle play a la música.
Ahora, sin más preámbulos, empecemos.
...
Scott: ¡LYDIA!
Su nombre rebotó en mi cabeza hasta que sólo fue un eco que iba disminuyendo más y más.
Llevé mi mano cerca de mi nariz y limpié la sangre que había; justo antes de que todo se viera borroso y mi cabeza tocara el piso. A lo lejos escuché mi nombre. Mis ojos se cerraban automáticamente, momentos antes de perder la noción por completo, sentí que alguien me levantaba y un rostro muy distorsionado fue lo último que vi.
Lunares...
Sentí mi cuerpo pesado, sin embargo abrí los ojos y me encontraba de pie, no comprendí lo que estaba sucediendo.
Era de noche, estaba en un lugar muy extraño y a unos metros de mi había uno de esos oni con una flecha clavada en su corazón, este se esfumó mezclándose con el viento.
Había más personas conmigo pero por alguna razón no podía identificarlas, eran como sombras borrosas, miré a mi alrededor y lo que más enfocaba eran onis. Un viento helado subió por mis piernas como si alguien hubiera pasado a una velocidad inimaginable frente a mi.
Giré a la derecha y todo pasó en cámara lenta, los ojos brillantes cómo luciérnagas me hipnotizaron, hasta que sentí un dolor conocido para mí, en el abdomen, pude observar la katana enterrada, esa sensación era la más horrible del mundo, la sangre brotaba y el dolor estaba en cada nervio de mi cuerpo, no podía mover ni un músculo.
Al alzar mi cabeza hacia el oni, ya no estaba, en su lugar Stiles me miraba, tenía ojos oscuros, fríos y penetrantes, llenos de malicia. Era él quien ahora sostenía el arma. Y como si no tuviera suficiente ya, su sonrisa cruel y burlona se agradaba conforme giraba la katana aún en mi cuerpo.
Corrijo, esa era la sensación más horrible del mundo.
Quería morir ya, pero solo sentía. Sentía el dolor recorrer cada rincón de mi ser, finalmente caí de rodillas mientras él se agachaba conmigo. Cerré mis ojos y lo último que oí fue como reía y el eco de su voz retumbaba en mi cabeza.
Para callar su sonido opté por gritar hasta que sólo pudiera escuchar mi propia voz. Pero a lo lejos oí a alguien más...
Stiles: ¡EY! ¡EY! ¡CALMA! !Shhhhh!
¿Stiles?
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NO ES UN SUEÑO...
Teen FictionMudarse de ciudad es, por mucho, un cambio drástico para cualquiera, nueva escuela, amigos, intereses... Pero cuando se trata de un lugar repleto de seres sobrenaturales como Beacon Hills siempre hay algo más. Es ahí cuando la vida de cualquier adol...