Se que algo en mi está mal...lo sé.
Pero aquél día que te conocí sentí la necesidad de tenerte conmigo y solo conmigo.
Eren...Eren Jaeger...serás mío y de nadie más, no dejaré que nadie más se te acerque, me encargaré de eso.
Olvídate de tus amigos...
Llegaron a la casa en pocos momentos, Mikasa sentó al chico en una silla de su comedor y fue por una bolsa de hielo pequeña y varios algodones con alcohol para limpiar sus pocas heridas que tenía.
- ¿Por qué seguiste con la pelea? - mojó el primer algodón
- Si no hacemos un alto a esos idiotas seguirán molestando - seguía enojado por lo que vio.
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- Solo no quiero que te metas en problemas por...mi culpa -
Miró el suelo y tomó el rostro de Eren para comenzar a curarlo.
- Esto no es tu culpa Mikasa...no tienes porqué decir eso...o ¿Acaso quieres que te sigan haciendo lo mismo? - preguntó irritado
- ¡No! - reaccionó de inmediato...con los ojos muy abiertos y el rostro asustado - No, claro que no pero...te lastiman y eso...puede preocupar a...a tus padres -
Mikasa miró el suelo en forma triste y Eren se quedó callado, suspiró y volvió a hablar.
- No te preocupes...seguro que no lo notarán gracias a ti -
Eso hizo que la azabache sonriera y continuara con atenderlo.
- Pero...aún así...yo insisto en que...-
- Mikasa...- fue interrumpida - Ya te lo dije, no voy a quedarme de brazos cruzados viendo lo que te hacen y como te tratan -
La chica miró el suelo de nuevo...
- Hay un ciento de idiotas que saben por dónde te vas y a pesar de que eres la segunda chica más hermosa, eres el principal centro de atención de los demás, sin embargo, nadie averigua más de lo normal y si saben lo que te hacen no se meten...por cobardía, y yo no quiero ser así -
- De acuerdo...lo siento - continuó con lo que hacía
- Oye, y por cierto...¿Cómo es que siempre te atrapan? - preguntó de forma curiosa
- Pues...yo solo camino por ahí, aveces voy algo distraída pero...a pesar, uno siempre me toma por detrás y los demás...- se quedó callada, no quería decir lo demás.
- De acuerdo, lo entiendo -
- Aún así no creo que vuelvan a acercarse...gra..gracias -
Un color muy tenue apareció en su cara, haciéndose notar por su piel blanca.
- No hay de que, seguro que eso no ocurrirá más -
Ambos se miraron y sonrieron, Mikasa volvía a sentir seguridad y amor...lo que llevaba buscando por 6 años, 6 largos y dolorosos años.
- ¿Ya no te duele? -preguntó acercando una de sus manos a una de sus heridas, tocándola con cuidado, a lo que resultó con un quejido de dolor por el chico.
- Lo siento! - dijo alejando su mano y sonriendo al mismo tiempo
- No te disculpes...mañana seguro estará mejor -sonrió y tomó la mano de la chica, la cual entrelazó con la suya, ambos se quedaron viendo por mucho tiempo hasta que comenzaron a acortar la distancia para unir sus labios en un beso demasiado profundo y lento, digno de disfrutar.
