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Se encontraba en la cocina haciendo un exquisito buffet para el pequeño castaño que se encontraba durmiendo plácidamente en la habitación que compartía la pareja. Jeongguk se tenia que esforzar, hoy era su aniversario, tres años estando juntos. Estaba muy feliz, y esperaba que el castaño lo estuviese también.
Después de terminar de cocinar, colocó toda la comida en una pequeña mesita de cama junto con algunos corazones y cartas en los costados de esta. Procuró de que todo estuviera en orden y subió a la habitación. Al entrar, no pudo evitar dar un chillido de ternura al ver a su pequeño dormido entre todas las colchas, con su mejilla derecha aplastada haciendo que se formara un pequeño puchero en aquellos labios color cereza. Dejó las cosas en la mesita de noche que había a lado de la cama y decidió despertar a Taehyung.
— Bebé, chiquito, precioso, ya despierta, el señor sol ya salió. —daba leves caricias en las abultadas mejillas de Taehyung.
—- Mmm, ¿qué? —preguntó mientras se levantaba con sus ojos aún cerrados — no, uh todavía no salga señor sol.
— Tete, traje tu desayuno. —dijo y agarró la mesita y la dejó encima de las piernas de Kim para que este pueda comer.
El castaño se sorprendió al ver la cantidad de comida y ver las cartas colgando de los costados de la mesita, estaba encantado.
—Ggukie, hoy amaneciste muy meloso, me encanta. —dijo y comenzó a comer.
Jeon esperaba que Taehyung se abalanzara a él y lo llenara de besos mientras le decía "Feliz aniversario conejito" pero no fue así.
— Osito, ¿sabes que día es hoy? —Taehyung lo miró confundido.
— Uhm, es...jueves... ¡es jueves Ggukie! —dijo mientras sonreía sin mostrar los dientes.
"Definitivamente olvidó que hoy era nuestro aniversario" pensó el pelinegro.
— Taehyung, cuando termines de desayunar te meterás a bañar y te arreglarás, mientras yo te estaré esperando en la entrada con nuestras maletas para salir. —abrió la puerta de la habitación.
El castaño no entendía, ¿acaso eran vacaciones? No, aún no era temporada de vacaciones. Iba a contestar pero un sonido de puerta cerrándose lo hizo callar mirando fijamente a esta.
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— Ggukie ya estoy listo. —dijo mientras bajaba las escaleras para encontrarse a su novio en la puerta de la entrada de la pequeña casa que compraron hace poco.
